La seguridad alimentaria comprende el acceso de todas las personas en todo momento a los alimentos necesarios para tener una vida activa y sana.
La seguridad alimentaria hace referencia a los hogares que representan la capacidad de las familias para obtener, ya sea produciendo o comprando, los alimentos suficientes para satisfacer las necesidades dietéticas de sus integrantes.
La seguridad alimentaria desde diferentes perspectivas
El concepto de seguridad alimentaria, debe ser analizado desde un enfoque socioeconómico y político. Además, puede haber variaciones dependiendo de los diversos niveles de organización humana.
A nivel regional o nacional, la seguridad alimentaria tiende a igualarse con la suficiencia nacional de alimentos para cubrir las necesidades de los habitantes, por lo que presume igual acceso para todas las regiones o clases sociales.
A escala familiar se refiere a la posibilidad que tienen las familias de obtener los alimentos suficientes para cubrir sus necesidades nutricionales donde el suministro de los alimentos es atravesado por los precios, la capacidad de almacenamiento, las influencias ambientales, entre otros factores.
En el ámbito individual, la seguridad alimentaria implica la ingesta y absorción de nutrientes adecuados que cubran las necesidades para la salud, el crecimiento y el desarrollo.
La seguridad alimentaria en el plano nacional
En el sector nacional, la seguridad alimentaria tiene tres componentes: disponibilidad, acceso y estabilidad.
Dichos términos definen cómo asegurar suministros suficientes de alimentos, la
seguridad del acceso a los alimentos de todos los consumidores y la estabilidad de la producción y de sus valores económicos.
El empleo del núcleo familiar como la principal unidad analítica otorga la posibilidad de relacionar directamente la disponibilidad y acceso de alimentos, en el sitio donde se consumen a otros procesos y factores que vinculan el acceso con la distribución intrafamiliar y la ingestión dietética individual.
Asimismo, se pueden establecer vínculos con elementos determinantes relacionados con la salud de manera que la ingestión alimentaria se traduzca en niveles nutricionales en última instancia.
Como la dimensión familiar, nacional y global, la seguridad alimentaria para los individuos también es una estrategia fundamental.
Falta de información sobre la seguridad alimentaria
En ese sentido, el nivel de acceso a alimentos adecuados en el hogar es necesario
para satisfacer las necesidades nutricionales de todos los miembros de la familia, pero la seguridad nutricional también depende de factores no alimentarios como la salud, las prácticas sociales y la higiene.
Es por ello que la seguridad alimentaria familiar es una pero no la única condición para lograr un satisfactorio estado nutricional de los individuos.
A menudo falta información sólida sobre la naturaleza de la inseguridad alimentaria y de la
desnutrición, sobre el lugar que ocupan las áreas con esta problemática y las relaciones
causales entre las posibles intervenciones y los resultados de interés.
Este vacío de información afecta adversamente el diseño, implementación, seguimiento y evaluación de las intervenciones para mitigar la inseguridad alimentaria y la desnutrición.
El rol de la medición de datos
La obtención y el análisis de datos es sumamente necesario para identificar las personas con inseguridad alimentaria, caracterizar la severidad y naturaleza del problema, indagar las tendencias y para brindar una base para la medición del impacto.
En relació a las intervenciones necesarias para conseguir mejoras en el estado de la seguridad alimentaria y nutricional, la evaluación debe ser un proceso gradual y continuo que debe seguir estrechamente la secuencia cronológica y lógica del ciclo de un
proyecto.
La suma del equipo de evaluación desde las etapas iniciales del diseño del proyecto es la mejor forma de asegurar una evaluación apropiada y precisa, así como de permitir
un proceso de aprendizaje adecuado.
El objetivo es obtener un esquema de seguimiento y evaluación bien concebido para completar las diferentes etapas de desarrollo de un proyecto y contribuir a la
identificación correcta de los instrumentos y de los métodos, conociendo qué está bien y qué está mal.
En esa línea, cuando se descubre un punto débil en la cadena, la evaluación debe incluir una revisión del diseño de la intervención y del modelo sobre la relación entre la
intervención y los impactos esperados.
El concepto de seguridad alimentaria ha evolucionado considerablemente a través del tiempo, de la misma forma que lo han hecho sus indicadores de medición.
Actualmente, existen alrededor de 200 definiciones y 450 indicadores de seguridad alimentaria.
Con esta abundancia de indicadores, un problema metodológico importante es determinar cuáles son apropiados, dado el proyecto, el tiempo, los recursos humanos y financieros disponibles y los objetivos propuestos.
En líneas generales, para poder tratar la problemática de la seguridad alimentaria es necesario trabajar sobre una base de información clara y actualizada que permita descubrir las zonas y personas afectadas y las causas que llevaron a esa situación.