La producción orgánica de vino es una tendencia en todo el mundo y también en Argentina. Cuáles son los datos fundamentales de un formato que cada vez eligen más productores.
La modalidad de producción orgánica de vino avanza. Países como Argentina y España se encuentran entre los que más innovan en este estilo de cultivos vitivinícolas y los resultados que refieren sus productores son más que interesantes.
Pero, además, la producción orgánica de vino gana terreno entre los consumidores. Muchos usuarios ya prefieren botellas que en sus etiquetas mencionAn una forma de elaboración con menos impacto en el medio ambiente.
Cabe destacar que las industrias vitivinícolas ecológicas no solo abarcan las buenas prácticas en cuanto a la bebida. Otros elementos como el embotellado, etiquetado y pack en general también evolucionan hacia maneras más sostenibles.
Mientras esta alternativa crece, muchos referentes del sector se preguntan si es solo una moda o si realmente es el avance de un producto de fabricación sustentable de principio a fin.
¿Cómo son las características definitivas de la producción orgánica de vino? ¿Cuáles son los mitos y verdades alrededor de su denominación? ¿Qué dicen los datos reales de Argentina en cuanto a viñedos ecológicos?
El paso a paso de la producción orgánica de vino
Existen muchos mitos y verdades sobre la producción orgánica de vino. En los inicios se los consideraba de menor calidad o de sabores deficientes por no contar con el prestigio de los tradicionales. Sin embargo, con el tiempo, esto cambió…
Las bodegas se ocuparon de realizar una tarea de comunicación de cara a su posicionamiento y, así, el público comenzó a constatar que, en muchos casos, superan los ya conocidos. Además, con el valor agregado de la certificación queda en claro que todo el proceso fue avalado y verificado para que llegue en óptimas condiciones a las copas.
En cuanto a lo que incluye la cadena de elaboración, la producción orgánica de vino tiene puntos específicos que se deben cumplir:
- Las bodegas no deben eliminar dióxido de azufre ni ningún otro elemento no natural durante la producción
- Los viñedos no pueden ser rociados con pesticidas ni herbicidas de composición química
- Se establece un máximo de inclusión de sulfitos convencionales de 100 mililitros en el caso de los vinos tintos y 150 mililitros para los blancos (los varietales convencionales llevan hasta 200 mililitros)
- No está permitida la desalcoholización parcial ni el tratamiento de electrodiálisis
- Queda terminantemente prohibido el uso organismos alterados genéticamente
A partir del cumplimiento de todas estas normas surge el denominado “sello de calidad” por el cual una botella puede ser incluida dentro de la producción orgánica de vino.
Es importante mencionar que en Argentina existe legislación al respecto. La denominada Ley de Producción Orgánica N° 25.125 impone todas las reglas que deben cumplir las bodegas. Esta normativa indica también que documentación se tiene que presentar para que sus productos sean considerados orgánicos.
Los secretos de la producción orgánica de vino en Argentina
En Argentina la producción orgánica de vino aumentó desde hace más de una década. De hecho, en los últimos 10 años la producción pasó aproximadamente de 5 mil litros a un millón y medio.
Entre los motivos por los cuales los especialistas refieren que ha crecido se encuentra el interés de los compradores por el medio ambiente y el consumo saludable. Pero también hay una selección en cuanto a los sabores que ofrecen estas uvas cultivadas con un tratamiento no tradicional.
A la fecha se calcula que hay casi 150 líneas que cuentan en su etiqueta con el sello que confirma que se trata de una producción orgánica de vino. Dado el crecimiento, se considera que esta consolidación no solo pone al país en el lugar de referente en el mercado local sino también de cara a la exportación al mundo.
Al ritmo que la producción orgánica de vino gana reputación, los estados provinciales y los expertos en enología acompañan esta iniciativa. A propósito, la Ley 27.734 de Promoción de la Producción Orgánica para Economías Regionales otorga beneficios impositivos para los productores que se pliegan a esta modalidad.
Queda por delante mucho camino para la fabricación de vinos sustentables. Con el correr de los años, de seguro, los avances tecnológicos llegan con novedades para este sector.