La agricultura orgánica cada vez elegida por los consumidores

Durante muchos años, lo orgánico ha demostrado cómo podemos nutrir al mundo de forma sostenible y en armonía con el ecosistema. 

Dentro de la esencia de la producción orgánica,  hay cuatro principios que la guían que son: salud, ecología , equidad y cuidado.

Teniendo en cuenta que los consumidores tienen más interés en saber de dónde provienen los alimentos que ingieren, lo orgánico ha ganado una inmensa popularidad, y cada vez más personas eligen este tipo de productos. 

Por mucho que sea parte de la solución para abordar muchos desafíos, por ejemplo, la seguridad alimentaria, el concepto en sí mismo sería superficial. 

Es por esto que en el centro de la concepción de lo orgánico hay cuatro principios que lo rodean y que forman parte de este tipo de producción. Tales principios no solo benefician al medio ambiente sino que también permiten desarrollar un rol crucial en la promoción de la sostenibilidad , la biodiversidad y el bienestar general.

Con las diferentes crisis que ocurren en todo el mundo, desde la degradación del suelo hasta el cambio climático , estos principios brindan un camino hacia la producción sostenible de alimentos y presentan un enorme potencial para abordar y aliviar las crisis alimentarias globales que el mundo enfrenta actualmente.

Los principios de la producción orgánica

Salud

Este principio se centra en la importancia que tiene cultivar de manera sostenible, debido a que esta forma resulta beneficiosa para la salud de todo el ecosistema. 

Esto podría implicar, por ejemplo, cuidar la salud del suelo para sustentar la vida vegetal y animal. En ese sentido, se recomienda reducir la excesiva dependencia de fertilizantes y pesticidas sintéticos ya que provoca una degradación del suelo que compromete la calidad de los cultivos y puede tener un impacto negativo en los medios de vida.

La agricultura orgánica, con su énfasis en la salud del suelo, presenta una solución. Al nutrir los terrenos a través de  prácticas como el compostaje, los cultivos de cobertura, los cultivos mixtos, la rotación de cultivos y el uso de leguminosas, la producción orgánica preserva y mejora la fertilidad del suelo y disminuye la necesidad de insumos químicos.

Ecología

Este principio demuestra cómo todo el ecosistema está interconectado y cómo la pérdida de biodiversidad necesita atención urgente. Las transformaciones en el uso de la tierra, la aplicación extrema de insumos sintéticos y organismos genéticamente modificados (OGM) es una amenaza directa a la biodiversidad. Asimismo, las prácticas agrícolas como el monocultivo y la agricultura industrial liberan a la tierra de sus hábitats naturales y amenazan los servicios ecosistémicos, los polinizadores y la vida silvestre que son fundamentales para los sistemas alimentarios sustentables. 

Los agricultores orgánicos son un gran ejemplo de cómo su trabajo alienta la biodiversidad. Al evitar el uso de OGM y productos químicos sintéticos, los agricultores orgánicos crean hábitats para insectos beneficiosos y fomentan ecosistemas diversos en sus granjas. Al hacerlo, protegen a los polinizadores como las abejas, los insectos beneficiosos y otros animales salvajes, lo que no sólo sustenta el medio ambiente sino que también colabora con un mejor rendimiento de los cultivos mediante el control natural de plagas.

Equidad

Los principios de la agricultura orgánica ubican la equidad en el centro de sus prácticas y se expanden al bienestar humano y animal. Este principio propaga un sistema alimentario más igualitario y proporciona un trato justo y ético a los trabajadores agrícolas y a los animales.

Esto significa garantizar que los animales tengan acceso a los pastos, prohibir el uso rutinario de antibióticos y hormonas de crecimiento en la ganadería y generar condiciones humanas para el ganado. Además, lo orgánico apoya las prácticas de comercio justo que respaldan los medios de vida de los agricultores, promoviendo que reciban una compensación justa por su arduo trabajo.

Cuidado

El principio de prácticas responsables y conscientes también implica salvaguardar nuestro medio ambiente y garantizar el bienestar de las generaciones futuras . 

En términos prácticos, los agricultores orgánicos se adhieren a este principio reduciendo el uso de productos químicos sintéticos, conservando los recursos hídricos y mejorando el secuestro de carbono mediante la promoción de suelos más saludables. 

Esta perspectiva multifacética no sólo reduce su huella de carbono sino que también adopta técnicas agrícolas sostenibles, que en última instancia alivian el daño ambiental.

Es por eso que la integración del conocimiento científico y autóctono es sumamente relevante para mantener la salud y la integridad ecológica de la agricultura orgánica y proporcionar soluciones prácticas y efectivas en este campo. 

Dicho compromiso con la gestión ambiental juega un papel fundamental en la promoción de un sistema alimentario más sostenible y resiliente.

En resumen, se puede decir que los cuatro principios de la agricultura ecológica no sólo son importantes para quienes participan en la agricultura de forma directa sino también para los consumidores y el planeta en su conjunto. 

Al adoptar estos principios, se puede fomentar un sistema alimentario que le dé prioridad a la salud, la ecología, la justicia y el cuidado , lo que llevará a generar una producción de alimentos más respetuosa con el medio ambiente. 

La adopción de estos principios no solo contribuye a abordar los desafíos inmediatos de las crisis alimentarias, sino que también sienta las bases para un sistema alimentario mundial resiliente y sostenible.

Cuando se eligen productos orgánicos, se apoyan estos principios, ayudando a crear un sistema alimentario más sostenible, respetuoso con el medio ambiente y ético. 

Por lo tanto, al considerar los alimentos de consumo, recordá la importancia de estos principios y cómo tus elecciones pueden contribuir a un mundo más saludable y equitativo.

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