La producción orgánica persigue recuperar la fertilidad de los terrenos. El secreto está en disminuir la utilización de maquinarias de gran porte, aplicar abonos orgánicos y diversificar los procesos de cultivo.
¿Qué es la producción orgánica?
Es un enfoque que se detiene en recuperar la calidad del suelo, llevando a cabo prácticas sostenibles en el tiempo. La meta es reestablecer el estado de los loteos, incrementando la producción y analizando los desastres naturales generados por el cambio climático.
La producción orgánica se centra en cuatro ejes fundamentales:
- Disminuir los daños del suelo. Para esto, se trata de eliminar o usar lo menos posible maquinaria pesada.
- Trabajar en la fertilidad del terreno, evitando la utilización de agroquímicos.
- Reducir ataques temporales, protegiendo y cubriendo los cultivos.
- Trabajar en la variedad de los procesos de producción. El objetivo es diversificar las plantaciones de cultivos.
Además, una producción orgánica incluye el uso de espacios de filtración para contener el agua, el armado de terrazas y estanques de agua.
¿Cuáles son los beneficios de la producción orgánica?
- Contribuye la recuperación de los suelos. En este punto, mejora el aspecto de la superficie, ayuda a reducir el uso de maquinarias y aumenta la materia orgánica, la calidad nutricional y el agua en la tierra.
- Disminuye la erosión, ya que los suelos enfrentan de una mejor manera los cambios climáticos.
- Se mejora la calidad productiva.
- Aumenta la biodiversidad, lo que ayuda a una mejora del paisaje también.
- Modera los efectos del cambio climático, gracias a la presencia de carbono orgánico en los terrenos.
- Descarta los restos de la agricultura convencional, ya que se busca evitar el uso de plásticos y pesticidas.
Las barreras de la producción orgánica
Implementar este tipo de agricultura, implica grandes esfuerzos a largo plazo. Los principales desafíos que encuentra un productor son:
Capacitación
Debido a que es una modalidad de agricultura que difiere de la convencional, los agricultores deben actualizar sus conocimientos respecto al tema. Esto abarca la gestión de plagas, el uso de fertilizantes orgánicos y una planificación para diversificar los cultivos.
Costos
Generalmente, este tipo de producción requiere de una importante inversión inicial. También, puede existir un plazo de adaptación donde el rendimiento puede fluctuar. En este sentido, esto puede resultar como un problema para los pequeños productores que tienen que enfrentar diferentes gastos. De todos modos, existen incentivos financieros que buscan promover el uso de prácticas respetuosas con el medio ambiente.
Certificación
Los productores se encuentran frente a una serie de consultas e incertidumbre al ingresar al mercado de este tipo de agricultura. Esto se debe a que hay una vacío legal y normativo importante. De todas formas, se está trabajando en reducir los tiempos para obtener la certificación correspondiente y que el proceso no resulte tan engorroso.
Producción
Para obtener productos aptos para ser comercializados dentro de la agricultura orgánica, es necesario más labor física. Por ejemplo, los procesos de producción orgánica implican la eliminación manual de los pastizales, un trabajo que muchas empresas realizan mediante la aplicación de pesticidas.
Resultados
La producción orgánica consiste en procesos más lentos. Es por eso que el productor que opta por esta modalidad, tiene otros tiempos y sus resultados se pueden percibirse a largo plazo. Desarrollar mejores prácticas, puede llevar un tiempo más prolongado.
El uso de la tecnología en las buenas prácticas agrícolas
Argentina y la mayoría de los países del sur están implementando prácticas que contribuyen con la seguridad alimentaria, mediante el uso de la ciencia y la tecnología. Algunas de las estrategias son:
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial llegó para quedarse en el sector agroindustrial. Actualmente, existen diferentes plataformas y aplicaciones que se utilizan para la producción agrícola. Productores que ya utilizan esta tecnología aseguran que tales prácticas logran bajar hasta un 70% los costos de aplicación de sensores y herramientas digitales que, al mismo tiempo, brindan una mayor precisión en los datos.
Plataformas digitales
El uso de plataformas permite administrar y gestionar la producción de cultivos de forma ciento por ciento online. El objetivo es conectar a los pequeños y grandes productores con una realidad más clara del estado de su campo y de esta manera, tomar mejores decisiones.
Créditos de carbono
Otra de las tendencias es la generación de créditos de carbono. En este punto, las tecnologías digitales son fundamentales ya que proporcionan una información más clara y precisa del estado del terreno y la implementación de buenas prácticas agrícolas. Tales aspectos, contribuyen con la correspondiente inscripción para distribuir los créditos en aquellos productores que tienen todo en regla y que gozan de este derecho.