Joaquín Basanta, presidente de Agro Sustentable, alienta al uso de productos naturales para favorecer el cultivo de pepino.

El pepino, al igual que otros cultivos, requieren de ciertos cuidados. De todos modos, si a esto se le suma el interés por conseguir una producción amigable con el ambiente, Basanta sostiene que se tiene que optar por la aplicación de insumos naturales y el uso de herramientas digitales.
Agro Sustentable es una empresa argentina que va en esta dirección. La compañía trabaja en la elaboración de fertilizantes y otros productos que sirven para el manejo adecuado del campo y además, no dejan residuos en el ambiente ni provocan daños en los espacios naturales.
La compañía nacional investiga y realiza pruebas en base a la aplicación de estos preparados. En ese sentido, se han realizado experimentos con producciones de pepino y de ajo.
¿Los resultados? Cultivos más sanos y fuertes. Además, los referentes apreciaron que bajó la cantidad de plagas y enfermedades y los rendimientos alcanzados fueron mayores.
BIOFERT GTG es un fertilizante natural de Agro Sustentable al que los agricultores pueden recurrir cuando la tierra o los cultivos no alcance a completar la totalidad de los nutrientes.
Entidades comprometidas con el cuidado y la conservación ambiental controlan y aprueban este producto.
Agro Sustentable también impulsa a que el productor aplique los productos mediante el uso de drones. De esta forma, los expertos han observado que pueden llegar a zonas complejas y abarcar a todas las plantas.
Cómo conseguir una producción efectiva de pepino
A nivel mundial, hay muy pocos terrenos que se encuentran preparados y están aptos para ser sembrados. Esto genera una preocupación en el sector del campo y en el de otras industrias, por ejemplo, el de los alimentos.
Con el aumento de la población, es necesario con buenos procesos productivos para elaborar los productos necesarios que alimenten a una sociedad.
A partir de las malas acciones y decisiones humanas, se viene notando un deterioro de las tierras y las producciones con finales poco felices. Esto incluye cultivos de media o baja calidad y, en algunos casos, pérdidas significativas.
Para muchos cultivos, estas prácticas dañinas constantes han llevado a la destrucción total de los suelos, haciendo que pierdan todos sus nutrientes.Es así que muchas regiones cuentan con terrenos pobres y débiles.
Al notar esto, muchos han optado por trasladar la producción a los invernaderos. De todos modos, hay especialistas que sostienen que esta opción no es la más barata ya que requiere de una inversión inicial elevada y algunas otras restricciones. Además, hay diferencias en las soluciones y la tecnología que se pueden aplicar para manejar y controlar el estado del suelo y la presencia de plagas y enfermedades.
Dependiendo la variedad del pepino, los cuidados van a ser diferentes. En el caso del pepino europeo se necesita un suelo arenoso o arcilloso. Las plagas más frecuentes en esta variedad suele ser la mosca blanca, que se alimenta de las hojas de la planta de pepino.
Antes que el escenario sea cada vez peor, los productores y actores involucrados tendrán que tomar decisiones que cambien las acciones que se vienen realizando.
Con una mayor conciencia y compromiso, los terrenos podrán obtener nuevamente su fertilidad, debido a que en Argentina, al igual que en otras tierras del mundo, se necesita recuperar las áreas afectadas por situaciones previas.
Se trata de ir de menos a más. Con estas nuevas decisiones y la elección de alternativas naturales, los campos se verán recuperados y los agricultores podrán ofrecer cultivos de mejor calidad. Esto a su vez le servirá a la industria de alimentos, debido a que los diferentes rubros van a poder contar con una mejor materia prima y elaborar mejores alimentos.
El cambio no espera. Los suelos se están debilitando y necesitan acciones urgentes. Será momento de que los productores agrícolas, que son el primer eslabón de la cadena, empiecen a cuestionar sus decisiones para lograr mejores resultados.