Verano 2025: Cómo afectará la temporada de calor a la agricultura

La agricultura transitará una temporada de verano con muchos altibajos climáticos. Las lluvias también presentarán importantes variaciones a lo largo del primer trimestre del año. 

La agricultura recibió, como cada año, la previsión del Servicio Meteorológico Nacional para toda la temporada de verano. Esta información es central para el sector del agro ya que, crisis climática mediante, cada ciclo marca altos y bajos de acuerdo a los avatares de la meteorología. 

En principio, las tierras nacionales vienen de un ciclo de fuertes lluvias. Sucedió durante el mes de noviembre que, en algunas provincias, hubo jornadas de precipitaciones más intensas de lo normal. De este modo, los suelos han recibido estímulos que beneficiaron a la industria. 

Sin embargo, para el verano hay mucha incertidumbre. Las proyecciones presentan varias diferencias y hay pronósticos de, una vez más, posible Corriente de la Niña para toda la región. 

¿Qué puede esperar la agricultura durante enero y febrero en cuanto a cuestiones climáticas? ¿Es posible que el rubro deba enfrentar una nueva temporada de sequía?

Un verano irregular para la agricultura 

En principio, según el estudio presentado por el Servicio Meteorológico Nacional en diciembre ya se verifican temperaturas superiores a la media histórica para toda la Argentina. 

En cuanto a la continuidad para enero y febrero los reportes dan cuenta que la tendencia seguirá igual en todo el territorio nacional. Sin embargo, tanto en el noroeste argentino como en la región de cuyo hay posibilidades de mayor registro de lluvias y tormentas. 

En la Patagonia, por el contrario al resto de las provincias, es posible que haya valores algo más estables, incluso inferiores al promedio de todos los años. 

Así las cosas, el cálculo general predice un clima más cálido de lo habitual para todo el verano. En este contexto, vale la pregunta ¿Qué sucederá con la producción de la agricultura con este panorama de condiciones meteorológicas?

Al momento hay datos del Servicio Meteorológico Nacional referidos a algunas provincias en particular. Según los diagnósticos satelitales esta es la perspectiva para las principales regiones vinculadas a la agricultura:

  • Centro del país: Incluye a Buenos Aires, Córdoba y La Pampa. Las lluvias estarán dentro del promedio
  • Cuyo y Noroeste argentino: Precipitaciones superiores a la media con más de 200 mililitros de agua caídos en toda la región
  • Noreste: También habrá mayor calidez que el promedio histórico, pero, en cuanto a lluvias, no hay previsión al momento.
  • Patagonia: Poca caída de agua y condiciones habituales

A todos estos pronósticos hay que sumar la pregunta que hoy se hacen todos los referentes del sector de la agricultura ¿Qué sucederá con el fenómeno de la Corriente de la Niña? Para responder a esta incertidumbre, algunos expertos comienzan a hacer sus cálculos.

La agricultura ante un posible escenario de sequía 

Lo primero que hay que decir sobre esta posibilidad a futuro es que no hay datos concretos para ofrecerle a la agricultura. En este sentido, el Servicio Meteorológico Nacional no ofreció certezas sobre la llegada de la Corriente de la Niña y su correspondiente período de sequía. 

Dadas las circunstancias, los técnicos advierten que será necesario realizar monitoreos satelitales periódicos para verificar el estado del clima. 

De igual modo, algunos organismos internacionales advierten que sí podría ser una realidad la Corriente de la Niña para el sur del continente. Tal es el caso del International Research Institute for Climate and Society

Según un informe difundido por el organismo entre diciembre y marzo se verifica un 50% de chances de escasez de lluvias. Por su parte, otra voz autorizada como el Climate Prediction Center también aporta un estudio. En este caso se indica que las perspectivas podrían superar el 70%.

Cabe destacar que, según los especialistas, desde 1960 hasta la actualidad, el verano más cálido fue el del 2023. A propósito, la temporada 2025, en caso de concertarse el fenómeno de La Niña, podría batir el record de altas temperaturas de las últimas 6 décadas.  

Mientras los científicos continúan en evaluación qué sucederá con la sequía es importante recordar que este fenómeno atenta contra la seguridad alimentaria. De hecho, según un informe de National Geographic, en cada ola de calor se estima una pérdida de cultivos del 6% por cada grado centígrado superior a la media. 

Si las proyecciones avanzan hacia ese pronóstico, la agricultura entonces debería anticiparse y planificar por posible escasez de agua para los riegos.  

Más del autor

La agricultura regenerativa y las soluciones climáticas más resilientes

De qué hablamos cuando decimos agricultura climáticamente inteligente