Los desafíos que enfrenta la agricultura familiar en Argentina

La agricultura familiar enfrenta situaciones desafiantes como el acceso al agua y las posibilidades de acceder a mejores acuerdos comerciales. Quienes apoyan a este sector de la agricultura y cuáles son las herramientas con las que cuentan. 

En Argentina, al igual que en el resto de Latinoamérica, la agricultura familiar tiene una importancia central. Por cierto, según los informes de los más prestigiosos organismos internacionales, es la región con mayor desarrollo este tipo de producción. 

Pero ¿Qué es la agricultura familiar? Se trata de un modelo de explotación de la tierra que realizan las comunidades que viven y trabajan en los mismos suelos. En principio, el núcleo principal está compuesto por personas con lazos sanguíneos. Luego, pueden sumar personal asalariado si lo consideran necesario. 

Según los expertos en cultivos sustentables, la agricultura familiar tiene no solo un rol relevante en la economía, también es muy favorable para la preservación del ambiente. Sucede que sus protagonistas son cuidadores tanto de sus territorios como de la biodiversidad. 

En el actual contexto de crisis climática las familias que llevan adelante estos esquemas tienen situaciones que afrontar que pueden resultar dificultosas. Sin embargo, continúa siendo un sector pujante con una posición clave. 

¿Cuáles son los principales desafíos que tiene la agricultura familiar en la actualidad? ¿Con qué herramientas se asisten para avanzar en pos de lograr sus objetivos? ¿Qué organismos o espacios públicos apoyan a sus integrantes?

El acceso al agua en la agricultura familiar

Una de las principales demandas que reiteran los participantes de la agricultura familiar en Argentina es el acceso al agua. Este insumo resulta fundamental para la producción de cultivos y, en determinadas zonas, se vuelve un obstáculo para poder expandir sus emprendimientos. 

Por esta razón, desde distintos organismos públicos nacionales se generaron distintas propuestas de apoyo. Tal es el caso del “Plan de Acceso al Agua para la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena”. Este programa fue impulsado por un Comité Nacional integrado por los siguientes actores del espacio público:

  • Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena
  • Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria o INTA

El objetivo no es solo ofrecer soluciones a una urgencia real que afecta a las comunidades de la agricultura familiar desde el punto de vista productivo, sino también desde lo social y sanitario. La iniciativa comenzó durante el período de pandemia por el COVID-19 y las primeras zonas del país incluidas fueron el Noreste, Noroeste y Cuyo. 

Por otra parte, el INTA también se sumó a una propuesta presentada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como FAO. En este sentido, ambos organismos aunaron fuerzas para contribuir en la problemática del agua que afecta a estas poblaciones. 

De este modo, a partir del año 2021 se firmó una carta de intención con el propósito de detectar las zonas más damnificadas y apoyarlas con tecnología para facilitar el acceso. Así, se podrían aplicar herramientas de alta precisión para extraer agua de los suelos para el riego. 

Para que todo esto sea viable se reunieron y trabajaron en equipos tanto técnicos como científicos de FAO e INTA. Por otra parte, se sumó el Banco Mundial quien brindó su apoyo en financiación. 

Qué es Alianzas Productivas en Red

Otro punto de interés para la agricultura familiar es la posibilidad de lograr acuerdos comerciales beneficiosos para su economía. Para ello, existe el Proyecto de Inclusión Socio-Económica en Áreas Rurales coordinado por el Ministerio de Economía de la Nación

Desde allí se promueven las Alianzas Productivas que son convenios entre las distintas organizaciones. En el marco del programa, se incentiva a la distribución e incluso a la exportación de productos agrícolas. 

A propósito, los grupos de la agricultura familiar que se pliegan a este tipo de planes pueden recibir subsidios económicos de hasta un 70 por ciento del total de la inversión. Además, se les ofrece soporte tecnológico y capacitaciones. 

Por otra parte, los organismos involucrados son responsables de recibir las solicitudes para sumarse al proyecto y evaluar las presentaciones para elegir a las que son idóneas. De igual modo, tienen a su cargo responder por la calidad de los productos finales incluyendo a las certificaciones de calidad. 

Es muy importante que la agricultura familiar reciba la contención y el reconocimiento que merece por parte del Estado y de toda la sociedad por su dedicación y compromiso. Tanto la producción de cultivos como el cuidado del medio ambiente con el cual realizan su labor merecen especial destaque en la sociedad. 

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