Los bioestimulantes ecológicos son sustancias biológicas 100 por ciento naturales cuya función es alentar los procesos naturales de las plantas.
Por esto son muy útiles para corregir algún déficit en su crecimiento, muchas veces motivado por temperaturas extremas, muy bajas o muy altas, presencia de granizo o por la aparición de plagas.
El concepto bioestimulante surgió en las década de los ‘90, aunque en realidad se trata de un tipo de producto que se ha venido usando tradicionalmente en la agricultura desde hace muchos años.
Sin embargo, los bioestimulantes se han ido perfeccionando progresivamente, dando paso hacia una concepción más natural y ecológica, a medida que se ha ido generalizando su uso.
Los bioestimulantes vs los biofertilizantes
Es importante no confundir los bioestimulantes con los biofertilizantes, debido a que estos últimos lo que hacen es brindar nutrientes a las plantas con el fin de mejorar el rendimiento de las cosechas.
Por el contrario, los bioestimulantes son sustancias que contienen aminoácidos, hormonas, vitaminas y minerales, entre otros elementos, con el objetivo de que las plantas puedan tolerar mejor diferentes circunstancias del medio ambiente, como inclemencias meteorológicas o plagas, que podrían perjudicar su desarrollo y rendimiento.
Tipos de bioestimulantes
Son varias las sustancias que tienen un efecto positivo sobre las plantas, otorgando un plus de ayuda adicional cuando las circunstancias de la naturaleza, en especial las medioambientales, son adversas.
Los aminoácidos son los bioestimulantes más comunes, aunque existen otras variedades. Entre los tipos de bioestimulantes se encuentran:
Aminoácidos: son sustancias orgánicas ricas en nitrógeno que tienen un papel relevante en el crecimiento y desarrollo de las plantas, ya que participan activamente en la síntesis de proteínas, vitaminas y alcaloides.
Ácidos húmicos y fúlvicos: en este grupo se encuentran el estiércol, el compost o el humus de lombriz, todos ellos son componentes orgánicos que ayudan a abonar y mejorar el suelo.
Polisacáridos: en este grupo están, por ejemplo, los que contienen extractos de algas marinas, las cuales han desarrollado defensas naturales en forma de compuestos químicos naturales y que ayudan al resto de plantas a crecer en circunstancias adversas.
Bioestimulantes fenólicos: son los compuestos presentes en muchas plantas, como la cola de caballo o la ortiga verde, que sirven para alejar las plagas y ayudar a que las cosechas se caractericen por un crecimiento sostenido, fuerte y vigoroso.
Los beneficios de los bioestimulantes ecológicos
Al conceptualizar los bioestimulantes y diferenciar sus tipos principales, ya se han podido detallar algunos beneficios. De todos modos, los bioestimulantes pueden tener otros rasgos positivos que al utilizarlos, mejoran las cosechas frente a la presencia del estrés medioambiental:
1. Sirven para estimular los procesos naturales de las plantas.
2. Contribuyen a mejorar las funciones de captación, asimilación y eficiencia de los nutrientes.
3. Inciden positivamente en diferentes procesos metabólicos relevantes para las plantas como fotosíntesis, respiración, síntesis de ácidos nucleicos o absorción de iones.
4. Mejoran la calidad de los cultivos en general.
5. Los bioestimulantes sustentados en los aminoácidos permiten ahorrar esfuerzos y energías a las plantas, dado que minimizan los procesos de descomposición de los abonos necesarios para la obtención de dichos aminoácidos.
6. Alientan el crecimiento de las plantas en los procesos más críticos, tales como floración, cuajado de frutos, trasplantes recientes.
7. Ayudan a la recuperación de los daños producidos por heladas, granizadas, plaga o enfermedades.
8. Garantizan una nutrición equilibrada de la planta.
9. Optimizan la acción de los biofertilizantes.
10. Los bioestimulantes ecológicos tienen beneficios adicionales frente a los no ecológicos, ya que al emplear exclusivamente elementos naturales no provocan daños en el medio ambiente y mejoran la composición del suelo.
En resumen, el uso de bioestimulantes requiere de la investigación, desarrollo e innovación. En ese sentido, los productores tienen a disposición una amplía gama de productos para la nutrición y sanidad vegetal, es por eso que es importante tener la información necesaria para elegir de forma adecuada y obtener cosechas de alta calidad.