En contexto de crisis climática los especialistas advierten sobre algunos alimentos que pueden sufrir variaciones. Cuáles son los cultivos que requieren protección para que su continuidad y abundancia no se vean afectadas.
El cambio climático tiene impacto en todos los órdenes de la vida y los alimentos no son la excepción. En este sentido, hay variaciones en las temperaturas en las cuales crecen algunos cultivos que pueden ser determinantes para su calidad.
Además de los índices térmicos, los patrones de lluvia también son cuestiones decisivas. Por cierto, en los últimos años hubo períodos de sequía en los cuales se debió sostener una planificación de contingencia para no sufrir los daños.
De igual modo, también se pueden modificar las temporadas altas y bajas y las cantidades de producción.
Sobre esto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, también conocida como FAO, realizó estudios en profundidad. Según el organismo, hacia el año 2050 se verá un mapa muy diferente en cuanto a los alimentos naturales.
Al respecto, FAO asegura que algunos productos podrían escasear o mutar justamente a causa de las nuevas condiciones climáticas.
¿Qué recomiendan los especialistas para que los productores tengan en cuenta a la hora de pensar sus cultivos a largo plazo? ¿Cuáles son las especies que se pueden ver más afectadas? ¿Qué acciones se pueden llevar adelante para proteger los cultivos en los tiempos que corren?
Los alimentos que pueden cambiar de forma inesperada
A causa de las modificaciones en las temperaturas hay un listado de alimentos marcados por la FAO como plausibles de transformar sus procesos. Estos son los nombres sobre los cuales se debe ofrecer protección a sus cultivos:
- Cacao: Se trata de una planta de especial sensibilidad ante los cambios de temperatura. A causa de la modificación en los suelos se necesita su adecuación para que los cultivos no se vean afectados, especialmente en las zonas de Brasil y Colombia, los dos principales países productores
- Arroz: Este alimento es particular ya que es la mitad del consumo alimenticio de la población mundial. A causa del aumento del nivel del mar algunas de las actuales tierras podrían quedar inutilizadas. De este modo, quienes hoy tienen la oportunidad de sembrar arroz deben aprovechar ya que es una excelente inversión de cara al futuro.
- Maíz: Los principales países productores de Latinoamérica deben estar atentos ante posibles sequías. Argentina y México son dos protagonistas en la producción de este alimento que es de gran consumo en la región.
- Plátano: En los últimos tiempos se han detectado bacterias como el hongo TR4 que han afectado a las plantaciones. Esta plaga surgió por el aumento en las temperaturas. Por esta razón se espera que la ciencia ofrezca innovaciones al respecto.
- Uvas: Las plantaciones de esta fruta pueden mutar sus ciclos de maduración a causa de las modificaciones en los patrones de lluvia. De este modo, se requiere una intervención eficiente en los sistemas de riego.
- Paltas o aguacates: Pueden sufrir afectaciones en regiones a donde se suceden largos períodos de sequía.
- Café: Se trata de una gran zona de oportunidad para los pequeños productores. Sucede que las plantaciones a gran escala pueden sufrir dificultades por el cambio climático y, por eso, las producciones orgánicas pueden resultar favorecidas.
En este contexto, los investigadores han desarrollado una serie de propuestas para que todo el sector agrícola se adapte y avance antes las inclemencias del clima.
Las recomendaciones de los expertos
Ante la coyuntura inevitable los especialistas en cuestiones ambientales orientan a todo el sector de la producción de alimentos sobre cuáles son los principales desafíos:
- Diversificación de los cultivos: Lo mejor es producir distintos tipos de cultivos y no abocarse solo a una especialidad
- Políticas alimentarias eficientes: Implementar proceso que eviten los desperdicios evitables
- Incentivo de la agricultura sostenible: Ofrecer apoyos a aquellos productores que implementan buenas prácticas amigables con el ambiente
- Innovación para variedades más resistentes: Trabajar articuladamente con la ciencia para obtener adaptaciones genéticas más perdurables ante eventos climáticos
- Inversión en sistemas agroforestales: Utilizar la tecnología para proteger las plantaciones ya sea con sistemas de monitoreos, riego por goteo y demás.
Por último, es fundamental que todos los actores realicen tareas integrales. Los pequeños y grandes productores, los sectores públicos y los privados en una gran mesa de trabajo por la preservación del acceso a los alimentos.