Las estrategias para enfrentar el cambio climático y garantizar una buena alimentación

Las variaciones climáticas están impactando fuertemente en regiones productivas. Tal es así, que es necesario implementar mecanismos que ayuden a prevenir la situación y atender las emergencias. Una de ellas es la inseguridad alimentaria. 

China es un claro ejemplo de un país referente en la producción agrícola que está padeciendo las consecuencias del cambio climático

Según datos de diferentes investigaciones, es importante trabajar en aspectos que colaboren a prevenir los efectos negativos que puede generar este fenómeno en la seguridad alimentaria de la región. 

De acuerdo a los estudios realizados, hay datos que dan cuenta de un descenso en la inseguridad alimentaria de China, mostrando una leve mejoría. 

De todos modos, un factor que está perjudicando más que nada la producción de los alimentos es el cambio climático. 

La seguridad alimentaria supone que cualquier persona puede acceder a los alimentos necesarios para sobrevivir. 

Teniendo en cuenta este concepto base, se puede ampliar la definición diciendo que toda persona tiene derecho a una alimentación sana con precios estables y productos de calidad. En este sentido, la seguridad alimentaria está vinculada a la gestión y las acciones económicas de una región, sobre todo en un país como China. 

China es un país que no llega a contar con el 10% de la tierra cultivada y tiene más de 1.400 millones de habitantes. Ante este panorama, enfrenta muchos desafíos para poder asegurar el acceso a los alimentos. 

Uno de los factores que inciden son los fenómenos naturales severos. El calentamiento climático ha provocado desastres naturales en todo el mundo. En el último tiempo, ha habido cientos y miles de personas fallecidas y biodiversidad perdida a raíz de estos eventos climáticos. 

Asimismo, la agricultura es uno de los sectores productivos más perjudicados. El calentamiento climático arrastra fenómenos extremos como sequías, inundación y la aparición de plagas y enfermedades

Es así que el cambio climático puede afectar a la producción de diferentes maneras. Por un lado, causa mayor incertidumbre en la producción agrícola, ya quelas temperaturas y precipitaciones que no son normales llevan a obtener una menor producción y una calidad inferior en las cosechas. 

Además, las plagas y enfermedades tienen un mayor poder destructivo en los cultivos, haciendo más difícil su control. El clima extremo, como las tormentas de lluvia y nieve, provocan daños importantes en las instalaciones o estructuras edilicias de los establecimientos, haciendo que baje la producción y calidad de los cultivos. 

El clima extremo también ha repercutido en la capacidad de los agricultores para obtener alimentos. Las pérdidas económicas provocadas por el cambio climático han bajado el trabajo rural y el salario de los agricultores. 

Las variaciones climáticas también llegan a afectar el comercio exterior de ciertos cultivos. Tal es el caso de algunos países exportadores de granos que han sufrido los efectos de los eventos climáticos extremos y que han tenido que restringir sus exportaciones. 

Esto da como resultado, que haya menos stock disponible de ciertos productores y que la economía internacional se vea paralizada. 

A raíz de esta situación y de las consecuencias que puede generar el cambio climático, es necesario pensar y rediseñar estrategias que acompañen el crecimiento de la economía y una producción rentable y armoniosa con el medio ambiente. 

Hay quienes investigan el terreno teniendo en cuenta algunos indicadores como el de inseguridad alimentaria, para luego analizar la situación y poder actuar en consecuencia. 

De este modo, hay investigaciones que emplean diferentes métodos de medición para evaluar el impacto de las variaciones climáticas en la nutrición de una población. Asimismo, se estudia el impacto de los fenómenos climáticos extremos en otros países productores de alimentos críticos para la seguridad alimentaria. 

Los estudios realizados en base a las condiciones sociales, económicas y ambientales de diversas regiones han podido demostrar y llegar a la conclusión de que el cambio climático sin duda repercute y afecta a la seguridad alimentaria de una sociedad. 

Será conveniente que los países empiecen a utilizar estas investigaciones en políticas y acciones concretas que permitan trabajar en mecanismos alimentarios más seguros, que sean accesibles a toda la población y que brinden productos de calidad, necesarios para mantener las buenas condiciones de salud de las personas. 

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