En un contexto mundial cada vez más anclado a la tecnología, la transformación digital ha provocado ciertos efectos en sectores productivos y diversas industrias.
La tecnología agrícola ha generado cambios en las acciones del campo, es decir la manera en la que se cultiva, cosecha y se administran los recursos de la naturaleza.
Aplicaciones para celulares o tablets, sistemas de riego por goteo, drones e Inteligencia Artificial son utilizados para las diferentes prácticas agrícolas. En este contexto, la tecnología aporta diferentes beneficios que se ven reflejados en la tarea que tiene que realizar el productor.
Estos cambios traen consigo distintas ventajas que dan lugar a cultivos más eficientes, rentables y sostenibles.
La agricultura de precisión, un modelo en auge
La agricultura de precisión es un modelo que hace un uso consciente y respetuoso de los recursos como el agua, los fertilizantes y los pesticidas, dando lugar a una mayor productividad y una reducción de costos.
Asimismo, la automatización de muchos procesos hace que los productores cuenten con más tiempo para poder desarrollar otras funciones, tales como la planificación y la comercialización.
El análisis de la información en tiempo real permite que los agricultores tomen decisiones más acertadas para obtener una mejor gestión de los cultivos y del ganado.
Es por eso que al aplicar la agricultura de precisión y automatizar algunas tareas diarias, se puede reducir el consumo excesivo de recursos como el agua, energía y productos químicos, lo que se traduce en un menor impacto ambiental también.
Además, las tecnologías ayudan a los productores a adaptarse a los efectos del cambio climático y a llevar a cabo prácticas agrícolas más resilientes. Por ejemplo, la tecnología blockchain se aplica para obtener un mejor seguimiento de los productos agrícolas, desde su producción hasta el consumidor final.
La inserción digital en la agricultura ha permitido que haya operaciones más efectivas en todas las etapas de la producción.
¿Con qué herramientas digitales cuenta el productor rural?
- Aplicaciones móviles que permiten la automatización de tareas rutinarias, como el riego y la fertilización.
- Digitalizaciones que brindan más tiempo y recursos para que los productores se enfoquen en otras actividades.
- Sistemas de gestión agrícola basados en la nube: esto facilita la obtención y el análisis de datos. De esta forma, los agricultores pueden tomar decisiones más informadas y basadas en datos concretos para optimizar el rendimiento de sus cultivos.
Los dispositivos digitales le dan la posibilidad a los productores de que puedan seguir de cerca las condiciones del suelo, la humedad y otros factores ambientales fundamentales. Con esta información, se pueden realizar los ajustes adecuados y tener mejores resultados, otorgando un sistema alimentario más seguro.
La tecnología 4.0 en el agro
La incorporación de la tecnología 4.0 en la producción agrícola ha posibilitado:
Bajar las consecuencias o daños ambientales: la integración digital en la agricultura hace que las producciones sean más rentables y, al mismo tiempo, menos dañinas para el medio ambiente.
Además, al mejorar la gestión de estos recursos, baja la cantidad de dióxido de carbono presente en los suelos agrícolas y se puede lograr una producción más sostenible.
Acceso a mercados globales: la aplicación de tecnologías digitales también ha dado lugar a nuevas oportunidades comerciales, dando lugar a que los productores puedan ingresar a mercados globales.
Actualmente, el productor puede tener una mayor llegada al consumidor y esto provoca que aumente sus ganancias, que pueda ofrecer diferentes productos y que obtenga una mejor cartera de clientes.
Dicho esto, la llegada de la tecnología al agro ha traído muchos cambios y lo seguirá haciendo. Este advenimiento digital contiene un enorme potencial para mejorar aspectos de la actividad agrícola, ayudando a generar una seguridad alimentaria para la población y un buen desarrollo rural.