El uso de insumos naturales en el campo, resalta un comienzo saludable para la posterior elaboración de los alimentos que llegan a los consumidores.
Así como en la industria de los alimentos hay diferencias entre aquellos que tienen conservantes y los que son naturales, las prácticas agrícolas promueven una producción sustentable desde la preparación del suelo hasta la cosecha de los terrenos.
Agro Sustentable, la empresa ubicada en Misiones Argentina, incentiva a que los agricultores dejen a un lado los mecanismos convencionales y se capaciten en sistemas más saludables.
Dentro de esta formación por mecanismos alineados con el cuidado ambiental, la compañía nacional inserta los insumos orgánicos que elabora y la integración de tecnologías que colaboran con las tareas productivas.
Productos como fertilizantes o insecticidas contribuyen al crecimiento de las plantas y alientan al cuidado de los recursos naturales y la salud de las personas. Agro Sustentable en su cartilla cuenta con BIOFERT y BIOINSECT, ambos son bioinsumos que no contienen ingredientes contaminantes en su preparación.
La compañía también apunta a la integración de la tecnología, entendiendo a los avances digitales como herramientas que permiten hacer más efectivo el trabajo rural y conseguir mejores rendimientos.
Los productos naturales en la producción de alimentos
Dentro de la producción de los productos alimenticios, los elementos naturales que ayudan a conservarlos y a mantener su calidad, ocupan un lugar importante.
Algunos expertos están alineados con el concepto de que los conservantes orgánicos son sustancias que se integran al proceso de fabricación de los alimentos con el objetivo de aumentar su seguridad.
Los conservantes utilizados pueden ser naturales o bien con algunos agregados químicos. La finalidad es la misma: lograr que los alimentos se conserven en buen estado por más tiempo, más que nada en los productos procesados.
La propia demanda de los clientes, dirige la atención a este tipo de alimentos, ya que es un gran porcentaje de consumidores el que busca una solución rápida y práctica para poder alimentarse.
Es de este modo que surgen los alimentos enlatados, productos deshidratados, congelados o envasados y son estos conservantes los que permiten que su sabor y su aspecto no se vea alterado por el paso del tiempo.
El rol de los aditivos para conservar los alimentos
Para poder usar conservantes e incorporarlos a la industria de los alimentos, las regiones y las empresas involucradas deben atravesar estrictos controles que autorice su aplicación previo a la comercialización.
En una escala mundial, el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), que depende de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el encargado de llevar adelante este seguimiento.
Las entidades comprometidas llevan a cabo el control realizando pruebas que permitan determinar los tóxicos disponibles en los alimentos. A partir de esta información, los especialistas pueden saber con precisión si el producto tiene algún aditivo y si éste tiene algún efecto adverso.
Generalmente productos como sal o azúcar se suelen usar como conservantes, pero también hay otros que son más contaminantes o dañinos para la salud de las personas. Los estudios de expertos han llegado a la conclusión de que los conservantes se pueden dividir en dos grandes grupos.
Los conservantes externos que se suelen realizar para las tareas de envasado. Y los directos que son los que se integran a la producción en masa de los productos. Así como también se considera que hay dos maneras de conservar los alimentos. La física que es un modo más natural y la que es más frecuente es la refrigeración o la química que es aquella que recurre a un agregado de elementos para que el alimento se conserve mejor y por más tiempo.
Dentro de los conservantes naturales, hay algunos que son orgánicos y otros son artificiales. Estos últimos se vinculan más que nada a los conservantes de alimentos. Los conservantes orgánicos se suelen aplicar para prevenir la aparición de hongos o bacterias.
Hay una amplia variedad de conservantes orgánicos como el sorbato de potasio, por ejemplo. También hay otros que son inorgánicos como los nitratos que se suelen aplicar en frutas y vegetales para conservarlos y que no pierdan sabor ni que se vea modificado su aspecto.
Así como pasa en el tratamiento de los alimentos, los agricultores también pueden dejar atrás los insumos tradicionales y empezar a optar por insumos naturales que tengan los mismos o mejores efectos y que sean más valorados en el mercado.
Son los cultivos orgánicos los que son elegidos para un público consumidor más consciente y comprometido con su salud y con el cuidado de los recursos naturales. De ahí que son las plantas sustentables las que pueden tener un mejor rendimiento productivo y económico.