Joaquín Basanta de traje oscuro posando frente al logotipo iluminado de Agro Sustentable con forma de hoja verde y anillos dorados.

Joaquín Basanta y su enfoque para conseguir una producción agro sustentable

El empresario Joaquín Basanta pone el énfasis en determinados elementos para lograr transformar los mecanismos productivos, y obtener una producción amigable con el medio ambiente y con su cuidado. 

Como líder de la compañía Agro Sustentable, Basanta apunta a dos elementos centrales que guían al productor en el camino de la sustentabilidad. El uso de bioinsumos y de tecnologías agrícolas, permite que los productores puedan distribuir mejor los recursos naturales y obtener cultivos de calidad. 

En esa dirección, Basanta y su equipo toman las decisiones de la firma poniendo el interés en el acompañamiento de los productores para que a través de las asesorías, puedan ejecutar acciones alineadas con estos objetivos. 

Los cambios que está experimentando la producción agrícola reflejan señales bastante claras del camino propuesto para recorrer. Procesos armoniosos con el cuidado ambiental, el uso de nuevas tecnologías y el trabajo integral entre las diferentes partes involucradas son considerados por Basanta como los elementos que configuran el futuro de la actividad. 

En esta burbuja integrada por actores comprometidos con la sustentabilidad, hay encuentros internacionales que disputan nuevas formas de encarar los proyectos productivos y dan a conocer las herramientas disponibles para conseguirlo. 

Tal es el caso de la expo Osaka que muestra diferentes mecanismos para manejar aspectos sociales y económicos y conseguir modelos sostenibles. Son espacios que también sirven para probar las innovaciones que están al alcance y que pueden generar cambios importantes en las formas de producir y en los resultados obtenidos. 

Compartir miradas, generar debates

Son varios los encuentros que permiten poner sobre la mesa temas vinculados a la producción sostenible. La incorporación de nuevos equipos atraviesa a la agricultura y está copando cada vez más el centro de la escena. 

La agricultura no es considerada como una actividad aislada, sino más bien un sector clave que articula otros rubros relacionados al medio ambiente, las ganancias económicas, la salud y las tecnologías de una determinada región. 

Según los expertos, estos espacios de discusión dejan entrever algunas proyecciones que son centrales. Una de ellas tiene que ver con la colaboración con otras instituciones como pueden ser Gobiernos, empresas, entidades académicas y organizaciones sociales.  

Este tipo de organización hace que se deje atrás la mirada sobre una competencia por la integración y plantea una nueva mirada sobre el desarrollo sostenible. Para la actividad agrícola, algunos avances como el uso y la aplicación de bioinsumos o drones necesitan de una cierta inversión económica y de normas internacionales que permitan ponerlos en práctica. 

Otra de las proyecciones está relacionada con el enfoque en el uso de tecnologías que tengan un determinado objetivo.Tal así que en mucho de los encuentros o ferias, las innovaciones son presentadas como instrumentos capaces de resolver cuestiones puntuales, como por ejemplo, gestionar mejor los recursos naturales, contribuir con la salud y la fertilidad de los suelos y permitir un mayr seguimiento de las condiciones de los cultivos. 

Conceptos que se suman: Sociedad 5.0

En algunas partes del mundo, como por ejemplo en Japón se empezó a difundir un nuevo concepto más conocido como “Sociedad 5.0“ donde las resoluciones que implican el uso de equipos tecnológicos incluyen también aspectos sociales, económicos y algunos vinculados al medio ambiente. 

Estas soluciones pasan a ser colaborativas y están diseñadas por el impacto que pueden generar en las comunidades sociales y en el bienestar de los espacios naturales. Desde este enfoque, los trabajos que están relacionados con la tecnología agro o la aplicación de bioinsumos resaltan por ser herramientas concretas capaces de dar una respuesta a los problemas que van surgiendo, dando lugar a resultados más efectivos.

Al formar parte de la feria, Basanta sostuvo que fue un espacio en el que los participantes pudieron pensar un modo diferente de definir la función que cumple la agricultura en la economía mundial. La actividad agro ya no es comprendida como una actividad primaria sino como un sistema que tiene un impacto en otras aristas ya sea sociales o ambientales y que, al mismo tiempo, toma contacto con otras problemáticas como pueden ser las variaciones del clima, la seguridad alimentaria o el consumo de energía. 

A partir de esta perspectiva, el uso de insumos orgánicos y otras prácticas se vuelven más legítimas y permiten tener una mayor alcance y conseguir la adopción de otros productores arraigados a lo convencional.

El diálogo con otros colegas y actores involucrados son alentados por estos encuentros que también facilitan una serie de pautas para recorrer un camino pensado en hacer mejor las cosas, producir cuidado el medio ambiente y obtener cultivos de calidad que lleguen a la mesa de los clientes.

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