Ante un escenario atravesado por el cambio climático,los productores agrícolas se enfrentan a nuevos desafíos e innovaciones tecnológicas, como por ejemplo el uso de la IA en el campo.
Actualmente, la sociedad y los diversos actores deben evaluar la función que cumple la ciencia y la tecnología en la configuración del futuro, especialmente en sectores cruciales como la agricultura sostenible.
En ese sentido, la aplicación de la inteligencia artificial y el uso de drones y otras tecnologías, están transformando las prácticas agrícolas y eso supone nuevos aprendizajes.
La ciencia, por su parte, ha generado una percepción a menudo errónea sobre su capacidad para resolver problemas globales. Esta influencia ha hecho que aparezca un ciclo en el que la comunidad científica no solo registra conflictos, sino que también se posiciona como una fuente exclusiva y única para brindar soluciones.
En relación al impacto de la biotecnología frente al cambio climático, los avances alcanzados han contribuido significativamente a desafíos mundiales.
La intensidad en el uso de los recursos y una agricultura cada vez más industrializada, han desencadenado en una aplicación desmedida de productos convencionales. Esto, al mismo tiempo, ha generado importantes daños en el medio ambiente. De todas formas, estas mismas tecnologías son las que ofrecen alternativas para enfrentar las consecuencias del cambio climático.
Ante este escenario, hay determinadas compañías que están encabezando el camino en la aplicación de tecnologías avanzadas para fomentar una agricultura más sostenible. A través de una plataforma basada en satélites, las firmas ofrecen posibles caminos para lograr un registro y un óptimo control de los recursos naturales.
¿Qué lugar ocupa la IA en la agricultura?
Además de muchas incorporaciones tecnológicas como sistemas de riego o drones, la IA también tiene un espacio en el agro. En ese sentido, estas innovaciones permiten que los agricultores hagan un correcto y racional uso de los recursos como el agua y la energía y no se generen derroches ni daños ambientales. La inteligencia artificial en la agricultura.
Tres usos de la IA en el agro:
1- Control de cultivos mediante imágenes aéreas tomadas con drones. Estos tienen cámaras especiales que pueden registrar aquellos cultivos que están enfermos o afectados.
2- Análisis de datos, a través de los algoritmos de inteligencia artificial que permiten procesar importantes cantidades de datos agrícolas para luego brindar recomendaciones determinadas sobre aspectos agrícolas como riego, control de plagas, entre otros.
3- Desarrollo de la agricultura de precisión: la integración de la IA y el uso de drones permite una aplicación más concreta de insumos, disminuyendo el desperdicio y la contaminación.
El rol de los principios éticos y sociales de la tecnología en la agricultura
A medida que la actividad agrícola va sumando nuevas herramientas tecnológicas, es necesario tener en cuenta sus implicaciones éticas y sociales. La dependencia de la IA y los drones genera preocupaciones sobre la privacidad de los datos, la seguridad alimentaria y el impacto en las comunidades rurales tradicionales.
Es por ello que algunos desafíos centrales incluyen:
- Fomentar un acceso equitativo a estas tecnologías para agricultores de todos los tamaños y recursos.
- Proteger la biodiversidad y los ecosistemas naturales frente a la intensificación agrícola.
- Abordar las preocupaciones sobre la seguridad de los alimentos modificados genéticamente.
- Preservar la soberanía alimentaria de las comunidades locales.
El enfoque holístico de la agricultura
Integrando la sabiduría tradicional con la tecnología moderna, se puede encontrar el camino para lograr desarrollar una agricultura holística.
Para tratar estos desafíos de manera efectiva, es necesario contar con una perspectiva que integre la sabiduría tradicional con la tecnología moderna.
La propuesta de algunos especialistas sobre la importancia de la meditación y las filosofías orientales, ofrece una perspectiva valiosa. Dichas acciones pueden contribuir a tener una comprensión más profunda de la relación con la naturaleza y a tomar decisiones más equilibradas sobre el uso de la tecnología.
En resumen, al tener en cuenta este enfoque, la agricultura sostenible permitiría integrar las prácticas agrícolas tradicionales con tecnologías de precisión. Fomentar una ética de cuidado y responsabilidad en el uso de la tecnología agrícola. Garantizar la diversidad de los cultivos y la conservación de los mismos y emplear la tecnología para acompañar el conocimiento y el desarrollo de las prácticas agrícolas locales.
De esta forma, la incorporación de la tecnología y de herramientas digitales al agro, implica contar con determinadas aproximaciones conceptuales y éticas para tener en cuenta el impacto que esto puede tener en la vida social, económica y ambiental de las comunidades.