Cómo llevar a cabo prácticas sostenibles en la producción de alimentos

En el sector alimentario, hay determinadas medidas sostenibles que pueden transformar el proceso productivo en una acción rentable y, al mismo tiempo, respetuosa con el medio ambiente. 

Para desarrollar prácticas sostenibles en la producción de alimentos, es conveniente trabajar con proveedores que prioricen estas iniciativas ecológicas. En ese sentido, al elegir socios para la actividad, será fundamental observar sus certificaciones en sostenibilidad y su compromiso con el medio ambiente. 

Asimismo, hay otras actitudes a tener en cuenta: 

  • Optimizar el transporte de productos. 
  • Disminuir la huella de carbono utilizando rutas más cortas y vehículos de bajo consumo. Tener en cuenta la posibilidad de colaborar con empresas de logística que trabajen con tecnologías limpias y propongan soluciones innovadoras para reducir las emisiones durante el transporte.
  • Fomentar la reducción de desperdicios a lo largo de la cadena. 
  • Implementar estrategias como la rotación de inventario y la utilización de herramientas digitales para monitorear productos. 
  • Capacitar al equipo de trabajo en sostenibilidad. 
  • Organizar talleres y sesiones informativas para compartir buenas prácticas y experiencias en la cadena de suministro. 
  • Generar conciencia sobre la importancia de cada acción para motivar a los empleados a involucrarse activamente en la implementación de soluciones sostenibles.
  • Evaluar regularmente el progreso. 
  • Establecer indicadores clave de rendimiento vinculados con la sostenibilidad. }
  • Chequear los objetivos de manera periódica. Esta práctica no solo permite seleccionar áreas de mejora, sino que también muestra el compromiso de la empresa hacia la sostenibilidad.

¿Cómo evaluar el impacto ambiental en la cadena de suministro de alimentos? 

Para poder analizar el impacto ambiental en el proceso productivo es necesario realizar un análisis detallado del ciclo de vida de los productos para identificar las etapas con mayor impacto ambiental. Para esto, se sugiere utilizar herramientas como el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) que evalúa desde la extracción de materias primas hasta la disposición final. Esto brinda datos concretos para mejorar prácticas y reducir huella ecológica.

Herramientas para la evaluación

-Sostenibilidad: sirve para conocer el consumo de agua, las emisiones de CO2 y la generación de desechos en cada etapa.

-Estudios sobre el uso y el cuidado del entorno ambiental: mediante encuentros y debates periódicos  se pueden analizar si se están cumpliendo las normas y regulaciones ambientales.

-Certificaciones ambientales: son documentos como la certificación ISO 14001 que sirven para respaldar buenas acciones de gestión ambiental.

También se puede poner el foco en:

-Hacer más efectivo el traslado:  diagramar rutas más agiles y efectivas, implementar vehiculos eléctricos o de bajo consumo.

-Fomentar prácticas sostenibles:  alentar a que se realicen acciones responsables y concientes con el cuidado del ambiente.

-Producir envases biodegradables: utilizando materiales y elementos  reciclables para minimizar el impacto de los desechos.

El proceso de selección de proveedores sostenibles: Cómo lograrlo

Para que el proceso productivo esté alineado con los cuidados del ambiente, es esencial darle prioridad a proveedores que sigan con esta premisa. Es decir, personas o entidades que tengan interés y el compromiso real de desarrollar buenas prácticas productivas. Para corroborar esto, es necesario realizar una evaluación exhaustiva de las políticas medioambientales, buscando certificaciones  o documentos que respalden las acciones y  garanticen buenas prácticas.

En este proceso de búsqueda,  los aspectos que hay que tener en claro son:

-Principios éticos: es conveniente investigar la cadena de suministro de los proveedores y estar seguros de que sus fuentes de materia prima provienen de prácticas confiables, sostenibles y en relación con los derechos humanos.

-Formación: es aconsejable escoger proveedores que estén interesados a trabajar en grupo para aplicar buenas acciones dentro de los procesos productivos. Asimismo, es necesario contar con planes de capacitación en el uso responsable de recursos como el agua y la energía.  La inversión en conocimientos va a crear un espacio de crecimiento reflejado también en la calidad del producto final.

-Uso de la tecnología: analizar la aplicación de tecnologías verdes y procesos que minimicen el impacto ambiental. Al elegir proveedores que se alineen con estos principios, no solo se fortalece la cadena de suministro, sino que se contribuye a un futuro más sostenible para la industria alimentaria.

El transporte en la industria alimentaria

El transporte y su logística son un eslabón central dentro de la cadena alimentaria. Para lograr que el proceso sea sostenible es necesario recorrer rutas óptimas que permitan reducir costos y minimizar la huella de carbono. Por otro lado, utilizar tecnología para gestionar la logística correctamente, evaluando los datos obtenidos y ajustando los recorridos según el tránsito o las condiciones climáticas. 

Además, otras acciones que pueden ayudar son: 

-Implementar prácticas de carga inteligente, ampliar el espacio en el vehículo, organizando la carga de una forma efectiva.

-Maximizar el espacio en el vehículo organizando la carga de manera eficiente.

-Utilizar contenedores que permitan apilar y compactar evitando el  movimiento durante el traslado.

-Mejorar los procesos de carga y descarga mediante la capacitación del personal.

En definitiva, estas  son algunas de las acciones que se pueden llevar  a cabo para lograr una producción de alimentos más sostenible, que alcance diferentes consumidores y que siga siendo rentable.

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