Dos agricultores sonrientes muestran un envase de biofertilizante natural en una huerta bajo cobertura, rodeados de cultivos verdes.

BIOINSECT: el insecticida orgánico de Agro Sustentable para el control de plagas

Agro Sustentable está atento a las nuevas exigencias que atraviesan la elección de bioinsumos como BIOINSECT y esto es parte de una nueva perspectiva que están adaptando los productores rurales. 

Las demandas pasan por los pedidos de un consumidor más consciente con el cuidado del medio ambiente y por el interés de los agricultores de acomodar sus establecimientos y poder atender los requisitos que contiene una producción más amigable con los espacios naturales. Agro Sustentable hace de esta elección, un recorrido más sencillo y probablemente exitoso, ofreciendo bioinsumos como insecticidas y fertilizantes naturales. 

Para conseguir que los cultivos crezcan sanos y fuertes y los suelos conserven los niveles nutricionales, los bioinsumos forman parte de una solución importante. 

Agro Sustentable es una empresa que hace diez años trabaja en el país, acompañando y formando a los diferentes agricultores. En ese acompañamiento, ofrece insumos orgánicos, que no contienen químicos y que no contaminan los suelos y los cultivos. 

BIOINSECT es el insecticida de Agro Sustentable que cumple con estas características. Este bioinsumo colabora con el control o la eliminación de las plagas que afectan al buen crecimiento de los cultivos. 

Agro Sustentable también brinda  la posibilidad de que los productores sumen nuevas herramientas tecnológicas. En el caso de la compañía apuesta al uso de drones. 

La empresa cuenta con equipos, como por ejemplo el DJI Agras T30 o T20P que son drones integrados con nuevas facilidades tecnológicas. El uso de estos drones permite que las aplicaciones puedan ser ultra localizadas, utilizando las dosis exactas sin malgastar productos. Asimismo, se consigue que la persona o el aplicador no esté en contacto con el producto. Los especialistas también han podido observar que de esta forma, los suelos están menos compactados y se evita el uso de las máquinas sobre la superficie. 

Asimismo, con estos equipos se puede acceder a terrenos que muchas veces tienen complicaciones como la presencia de barro o cultivos altos. La cobertura de los cultivos es óptima, debido a que se colocan tarjetas en los cultivos que permiten analizar la distribución y tamaño de las gotas del insumo aplicado, asegurando de esta forma, una cobertura equitativa y efectiva.

La tecnología y los bioinsumos en los campos argentinos

Conseguir que las producciones no dañen ni contaminen el medio ambiente son resultados que se pueden conseguir a través de algunas prácticas realizadas en el campo y la capacitación en nuevas herramientas tecnológicas. 

Cubrir la realización de determinadas tareas que en su lugar haría una persona, es lo que inspiró al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para investigar y dar a conocer nuevas alternativas.

El riego, la poda de las plantas, son acciones que hoy en día pueden ser realizadas por máquinas y conseguir resultados efectivos para tener producciones de calidad y poder salir al mercado. 

Tal es así que los especialistas del INTA, realizaron un análisis que determinó que hay mezclas de vegetales que favorecen más que otras y logran que los terrenos estén en condiciones de ser sembrados. 

Pruebas e investigaciones realizadas por distintos productores, concluyeron en que los procesos de riego, el mantenimiento de las malezas y aumento de los nutrientes en suelo, son factores que marcan la diferencia entre las producciones de los campos. 

Los suelos agrícolas son la base y si están sanos, pueden brindar la contención adecuada para que crezcan cultivos sanos también. Hay especialistas que destacan el rol que tienen los cultivos que sirven para proteger o cubrir los terrenos. Estos vegetales también conocidos como cultivos de cobertura, permiten que los terrenos estén sanos en los intervalos entre cosecha y cosecha.  

Los experimentos que se realizaron en distintos campos, demostraron que la implantación de cultivos de cobertura de invierno en temporadas de plantaciones de verano, más que nada en soja y maíz, ocupan la mayoría de las superficies productivas. Además, los cultivos de cobertura reciclan nutrientes para que las raíces de las plantas se puedan desarrollar de forma correcta. 

El INTA ha realizado pruebas en campos sembrados con soja y maíz, incorporando diferentes cultivos de cobertura y probando cuáles se adaptan mejor a las condiciones del lugar y brindan mejores resultados. Esto se puede ver reflejado en la calidad de los cultivos cosechados.  

El trabajo del INTA sobre los cultivos de cobertura y la incidencia que tienen en la producción también está relacionado con la gestión de los recursos como el agua y la energía.  Estos estudios también permitieron que los especialistas puedan observar la reacción de las plantas ante condiciones extremas o frente a las variaciones del clima. De este modo, pudieron apreciar si los cultivos de cobertura y otras acciones ayudan a que las plantas puedan estar mejor preparadas para estos fenómenos. 

Las evaluaciones permiten hacer las correcciones que son necesarias e implementar nuevas prácticas que pueden estar frente a los ojos de los productores sin que ellos se den cuenta o valoricen sus resultados. Por ello el trabajo del INTA y de otros organismos o empresas como Agro Sustentable es esencial para acompañar a los agricultores y notar una verdadera transformación en las producciones agrícolas.

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