Los beneficios de la agricultura regenerativa en la producción

La agricultura regenerativa es un término que se viene utilizando y llevando a la práctica en los últimos años. Dichas prácticas agrícolas, ofrecen numerosas ventajas y resultados positivos. 

Más allá de contribuir con la fertilidad del terreno, la agricultura regenerativa ayuda a recuperar la salud de los suelos y a que haya un mejor equilibrio del microbioma del suelo, la humedad del campo, el enraizamiento y la productividad. 

Asimismo, el empleo de las técnicas de la agricultura regenerativa provocan una reducción de la dependencia de insumos químicos o convencionales como la aplicación de fertilizantes o fitosanitarios. Asimismo, este modelo productivo contribuye a incrementar el contenido de carbono en el suelo. De esta forma, un microbioma saludable y diverso tiene un papel crucial en la retención de carbono.

Esto se debe en parte al hecho de que las técnicas utilizadas en la agricultura regenerativa ayudan a mejorar la calidad del suelo, lo que a su vez puede aumentar el rendimiento de los cultivos y la calidad de los alimentos obtenidos.

Se puede decir entonces que la agricultura regenerativa ofrece una alternativa prometedora y sostenible a los métodos agrícolas tradicionales. 

Al centrarse en la salud del suelo y la minimización del uso de productos químicos sintéticos, los productores pueden mejorar tanto el medio ambiente como la propia rentabilidad de su explotación agrícola. 

De esta forma, a medida que más agricultores adopten este modelo de agricultura, es probable que se empiece a percibir un cambio significativo atravesado por sistemas agrícolas más sostenibles a nivel global. 

Una agricultura certificada

En muchas regiones, la agricultura regenerativa va acompañada de una certificación que respalda y avala los procesos productivos. 

Este documento cuenta con una serie de evaluaciones que permiten que el producto sea más confiable y esté mejor posicionado dentro del mercado. 

Este certificado permite demostrar el compromiso con un sistema resiliente y regenerativo, entre otros aspectos. 

Algunos especialistas destacan la importancia que ha tenido el proyecto de integrar la industria agroalimentaria con la ciencia para estandarizar un método de agricultura regenerativa, transformándola en una agricultura que, al igual que un bosque, sirve de pulmón para el medio ambiente. 

En esa línea, los expertos encuentran a partir de ciertas investigaciones, una diferencia en suelos en los que se han implantado métodos de agricultura regenerativa, así como en los frutos. De este modo, aseguran que el 30 % de las emisiones de CO2 las genera el sistema agrícola y eso es necesario cambiarlo. 

Por otro lado, se pone en valor el desarrollo de alimentos funcionales que pueden aplicarse en patologías muy relevantes para la sociedad, como la cardiocirculatoria, oncológica o respiratoria. 

La empresa AENOR, es una de las firmas que ha trabajo en la certificación de la agricultura regenerativa. En ese sentido, apoya a empresas comprometidas con los valores que son importantes para la sociedad. En el caso de la Agricultura Regenerativa se está trabajando sobre dos aspectos centrales para lograr el bienestar de las personas: el ambiental y el social. 

Aspecto ambiental: en relación a este punto, la certificación extenderá buenas prácticas para lograr conseguir una tierra más sana y fértil. 

Aspecto social: en este aspecto, la certificación va unida a una línea de trabajo en la que se han desarrollado otras soluciones vinculadas a la alimentación de forma saludable. 

Agricultura regenerativa: el ejemplo de AgriRegenCarbon

El proyecto piloto de AgriRegenCarbon, que se prolongará hasta la primavera de 2026, tiene como objetivo central, enfrentar los retos del sector agrícola en España. Tales desafíos están vinculados a los problemas de rentabilidad de los campos, el cambio climático, la degradación de los suelos y la pérdida de biodiversidad. 

En ese sentido, el proyecto evaluará la viabilidad técnica, regulatoria y económica de la metodología, creada por la entidad Azolla Projects, para la generación de compensaciones de emisiones de carbono en el sector agrícola. 

Esta metodología está pensada como un incentivo hacia la propia agricultura regenerativa y contará con la lectura y validación por parte de los agricultores pioneros. 

Entre los fines específicos del proyecto se destacan: 

  • Conseguir una mejor posición de los agricultores en la cadena de valor alimentaria.
  • Fomentar la cooperación de los productores. 
  • Aumentar la transparencia del mercado.
  • Garantizar mecanismos contra acciones comerciales desleales. 
  • Colaborar con la mitigación del cambio climático. 
  • Proteger el medio ambiente, mediante una gestión eficiente de los recursos naturales. Detener e invertir el proceso de pérdida de biodiversidad. 
  • Conservar los hábitats y los paisajes. 
  • Facilitar el cambio generacional, buscando atraer y apoyar a los jóvenes y nuevos agricultores. 
  • Promover el desarrollo sostenible de las empresas en las zonas rurales.

En conclusión, el empleo de la agricultura regenerativa y la certificación de sus prácticas puede generar una mayor confianza en los consumidores de alimentos y formar una masa crítica suficiente de tierras de cultivo que impulsen la competitividad del campo a nivel mundial, teniendo como premisa que para conseguir sostenibilidad hay que tener competitividad.

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