Aplicar buenas prácticas agrícolas y contar con el respaldo de un certificado que avale los procesos productivos, resulta clave para posicionarse en el mercado competitivo.
En relación a la certificación de la agricultura regenerativa, AENOR, una empresa de servicios profesionales que identifica y promueve la corrección de las brechas competitivas que existen en el mercado, ha desarrollado un nuevo certificado enfocado en la regeneración del suelo como elemento esencial en la producción agrícola.
Hoy en día, casi el 40% de las tierras mundiales son agrícolas y tan solo un 11 % son cultivables. Es por esto, que los suelos forman parte de un recurso fundamental que hay que preservar para mantener la capacidad productiva y la calidad de los alimentos que se producen.
A medida que los problemas ambientales y los cambios climáticos son cada vez más evidentes, la necesidad de hallar soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente se vuelve más urgente y necesaria.
En este sentido, empresas y productores no son ajenos a las estrategias para la producción de alimentos en la que, entre otras medidas, se propone reducir un 50 % el uso de fitosanitarios para el año 2030, así como un mínimo de un 20 % el uso de fertilizantes.
La importancia de la agricultura regenerativa
La agricultura regenerativa brinda un enfoque innovador que, si bien lleva algunos años de existencia, poco a poco está ganando terreno en todo el mundo y puede jugar un rol fundamental en el escenario productivo.
La agricultura regenerativa se basa específicamente en un sistema de producción que mejora la fertilidad de los suelos, recupera su salud, disminuye la dependencia de insumos químicos y alienta a aumentar el contenido de carbono.
¿En qué consiste el nuevo certificado para la agricultura regenerativa?
El certificado para el desarrollo y la aplicación de la agricultura regenerativa está destinado a los productores y establecimientos productivos.
En esta línea, la empresa AENOR dispone de una nueva solución de certificación. La misma consiste en el certificado de Agricultura Regenerativa conforme al Modelo Epigen Healthy Bite el cual pone el foco en el suelo como elemento clave en la producción agrícola.
De ese modo, la obtención de un suelo sano es la base para producir alimentos de máxima calidad y la agricultura regenerativa es un sistema de producción que tiene en cuenta la regeneración de los suelos para mantener e incrementar su fertilidad.
Uno de los pilares claves de esta certificación habita en la evaluación de prácticas agrícolas establecidas y en cómo mejoran la salud del suelo.
En el largo plazo, la conservación de los suelos es muy importante para cualquier explotación agrícola, debido a que una superficie sana puede retener más agua, absorber más nutrientes y contener una mayor biodiversidad.
Para lograr esto, se controlan técnicas como:
- La rotación de cultivos.
- La aplicación de abonos orgánicos y compostaje.
- El mínimo laboreo de la tierra.
- Una correcta administración de fertilizantes.
- Una eficiente gestión de riego.
- Una buena planificación de siembras y cultivos.
- La aplicación de rotaciones de cultivos.
- El fomento de la biodiversidad en el entorno de producción.
- El tratamiento de plagas y enfermedades.
- El control en el manejo del pastoreo.
La certificación evalúa este conjunto de técnicas de cultivo que tienen como principal propósito incrementar la fertilidad del suelo, aumentar el microbioma nativo, es decir las bacterias, hongos, y demás microorganismos del suelo y lograr un mejor equilibrio en el ecosistema suelo-planta.
En el proceso de certificación, los expertos de AENOR tienen en cuenta la mejora continua de los suelos, incluyendo el seguimiento de indicadores y la toma de muestras del mismo para la medición del carbono presente en el terreno.
El Modelo en el que se basa esta certificación que es el denominado Epigen Healthy Bite está sustentado en la ciencia y en la experiencia. Es un modelo que ya se ha probado en el cultivo y plantaciones de cereza, uva de mesa, melocotón, naranja, fresa, arándanos, sandía, plátano de Canarias, tomate, pimiento rojo, pepino o lechuga, entre otros.
Este proyecto de evaluación comienza con el trabajo de un grupo diverso de productores, tales como: Keops Agro, Biosabor, Cuna de Platero, Hortofrutícola Poli, Tany Nature, La Rinconada, Costa de Níjar, Hortamira, MABE, EcoMurcia, Horto Villamanrique y Las Marismas de Lebrija. Gracias a su compromiso, ha sido posible ir adquiriendo la experiencia inicial necesaria en los cultivos.
En cuanto a la ciencia, dicha certificación cuenta con el respaldo de investigadores de las universidades de Almería y Granada, y el propio grupo de expertos integrado por el equipo de Epigen.
En resumen, llevar adelante buenas prácticas agrícolas es esencial para obtener buenos resultados productivos. Sin embargo, contar con un documento que respalde dichas prácticas genera una mayor confianza y un mejor posicionamiento en el mercado.