El modelo de agricultura regenerativa va ganando terreno en muchos establecimientos productivos. Dichas prácticas contienen beneficios ambientales y sociales.
De acuerdo a la relación de la agricultura regenerativa con los productores, ésta ha emergido como un pilar esencial para aquellos agricultores comprometidos con la sustentabilidad y la preservación de sus suelos.
En ese sentido, la agricultura regenerativa cuenta con principios básicos que la atraviesas y la diferencian de otros modelos productivos.
Desde el cuidado del suelo hasta la diversificación de cultivos, esta filosofía agrícola está transformando el paisaje agrícola, promoviendo la resiliencia y la armonía con el entorno natural.
¿Qué es la agricultura regenerativa?
La agricultura regenerativa es un sistema de producción cuya meta principal es conservar y aumentar la fertilidad de los suelos, mejorando el contenido de materia orgánica y desarrollando el microbioma nativo de los suelos. Es una manera de determinar un nuevo equilibrio en el ecosistema suelo-cultivo.
El microbioma del suelo hace referencia a la diversa comunidad de microorganismos, como bacterias, hongos y virus que se encuentran en él. Estos microorganismos desarrollan una serie de funciones vitales en el suelo agrícola, como por ejemplo, la descomposición de materia orgánica, la liberación de nutrientes y la protección contra patógenos.
De esta manera, la agricultura regenerativa está basada en principios fundamentales de respeto por la tierra y sus ecosistemas naturales. A diferencia de los sistemas agrícolas tradicionales, que a menudo dependen de la aplicación de productos químicos sintéticos y monocultivos intensivos, la agricultura regenerativa tiene como protagonista al suelo como elemento esencial en la producción agrícola.
Es por eso que un suelo sano es la base para obtener un cultivo sano y producir alimentos de máxima calidad.
Las bases de la agricultura regenerativa
La agricultura regenerativa se enfoca en la búsqueda de alimentos y entornos más saludables mediante el empleo de técnicas de producción que alientan la captura de carbono en suelo y la máxima expresión natural de los alimentos.
En las últimas décadas, las exigencias del consumidor han ido mutando y, junto al deterioro del entorno natural y agrícola, la población comenzó a exigir un cuidado extra por el medio ambiente en todas las áreas de la vida. En este aspecto, la producción agrícola se ha convertido en un elemento clave para mejorar esta encrucijada.
Sumado a esta preocupación por el planeta, se encuentra también la prioridad por comer más sano. Por ello, el origen de los alimentos y el saber qué aporta cada uno de estos tras la ingesta, se está transformando en una exigencia de los supermercados y aquellos locales que integran el mercado de alimentos.
La certificación para la agricultura regenerativa surgió hace algunos años, mediante el trabajo y la investigación de empresas productoras de alimentos e instituciones universitarias. El resultado de este trabajo integral ha sido la estandarización para contribuir a una mayor captura de carbono en suelo que con ningún otro método de producción.
Los datos medios de este hito como ejemplos del año 2022 en hortícolas se incrementa entre un 66 % y 100 %, y en cultivos frutales por encima del 25 %. Esta medida asegura tres ventajas inmediatas:
- Incremento de la productividad.
- Optimización del uso del agua por la reestructuración del suelo.
- Reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
El impacto de la agricultura regenerativa en los alimentos
El efecto directo en los alimentos producidos bajo el sello de agricultura regenerativa es que los frutos obtengan su máxima expresión natural.
Por esto la cantidad metabolómica , es decir los ingredientes que los componen, llegan a su óptimo, siendo frutos que la medicina moderna podría considerar como alimentos funcionales.
La etiqueta que llevan estos productos no solo lo identifica como un alimento que proviene de la agricultura regenerativa, sino que también lleva un código Qr donde el consumidor puede ver la captura de carbono en suelo donde se ha producido, qué tipo de alimento funcional es y la descripción metabólica completa del mismo.
En este escenario, cada productor recibe seguimiento especializado para garantizar y evolucionar hacia la máxima expresión de agricultura regenerativa.
En conclusión, además de los beneficios ambientales que provoca la agricultura regenerativa, tales como la diversidad de cultivos y la conservación del medio ambiente; este modelo beneficia a las comunidades rurales, generando empleo y apoyando economías locales sostenibles.