Los terrenos cultivables cumplen un rol relevante en algunos desafíos que tiene que enfrentar la producción agrícola, como pueden ser los efectos negativos del cambio climático.
Es por ello que, cuidarlos y gestionarlos de una forma sustentable, puede permitir la retención y el almacenamiento de mucho más carbono y convertirse en importantes depósitos naturales.
La retención de carbono en el suelo
La agricultura regenerativa colabora con la obtención de materia orgánica y la presencia de una mejora en la estructura del suelo. Esto contribuye a capturar y almacenar carbono, lo que resulta significativo para disminuir los niveles de dióxido de carbono y afrontar las consecuencias del cambio climático.
Acciones como la rotación de plantaciones y siembra directa pueden provocar el aumento de carbono en la superficie. Asimismo, el uso y la aplicación de fertilizantes orgánicos, también resulta efectivo para lograr dicho fin.
El carbono obtenido perdura en el suelo, evitando que escape a la atmósfera y bajando las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo se logra la biodiversidad en los suelos?
La agricultura regenerativa es una de las prácticas que colabora con la biodiversidad del suelo. Para ello se emplean determinadas prácticas que fomentan la diversidad de microorganismos y vida microbiana del suelo para mejorar el estado y la calidad de los ecosistemas.
La biodiversidad del suelo integra desde microorganismos hasta macrofauna. Estos organismos son esenciales en el ciclo de nutrientes y la descomposición. La agricultura regenerativa fomenta esta diversidad, generando un contexto más resiliente y equilibrado.
¿Qué importancia tiene la presencia de vida microbiana en el suelo?
Los microorganismos del suelo sirven para descomponer la materia orgánica y fijar nutrientes en los terrenos.
Esta diversidad presente, potencia la estructura del suelo y la captación de agua. De esta manera, las plantas absorben mejor los nutrientes.
Una vida microbiana saludable es fundamental para lograr una buena salud en el ecosistema y enriquecer la capacidad productiva.
¿Qué prácticas agrícolas aumentan la biodiversidad del suelo?
Algunas de las prácticas que contribuyen con la biodiversidad del suelo son:
- La cobertura de vegetales: esta práctica incrementa la presencia de microorganismos y fauna del suelo.
- Rotación de los cultivos: fomenta una mayor diversidad de especies vegetales y microbianas.
- Reducción del trabajo en la tierra: tal acción ayuda a mantener la estructura y la diversidad microbiana.
- Uso y creación de fertilizantes orgánicos: esto contribuye al aumento de nutrientes y materia orgánica.
En otras palabras, las acciones contempladas en la agricultura regenerativa son claves para lograr biodiversidad del suelo y mejorar la salud de los ecosistemas agrícolas.
El rol de la distribución de nutrientes
La agricultura regenerativa busca mejorar el ciclo de nutrientes en la agricultura. Para ello, se centra en utilizar menos insumos químicos y más recursos naturales. Esto, a su vez, mejora la eficiencia de nutrientes.
En ese sentido, elegir aplicar abonos orgánicos es una práctica fundamental en la agricultura ecológica. Estos abonos aportan nutrientes al suelo de manera sostenible e impiden pérdidas y la contaminación que generan los fertilizantes sintéticos. Para lograr tal fin, los cultivos de cobertura también ayudan fijando nitrógeno atmosférico.
En resumen:
- Utilización de abonos orgánicos aportan nutrientes de forma gradual y sostenible.
- Implementación de cultivos de cobertura para fijar nitrógeno y cerrar el ciclo de nutrientes.
- Reducción del uso de productos sintéticos para mejorar la calidad nutricional.
Adoptar estas prácticas ayuda a:
- El manejo de nutrientes en la agricultura regenerativa.
- Reducción del impacto ambiental.
- Promoción de la sostenibilidad a largo plazo.
¿Qué diferencias existen entre la agricultura regenerativa y la agricultura convencional?
La agricultura regenerativa y la agricultura convencional presentan grandes diferencias:
- La agricultura regenerativa usa menos productos sintéticos y colabora con la conservación de la biodiversidad. Esto reduce la huella ambiental y mejora la sostenibilidad a futuro.
- La agricultura convencional se enfoca en el uso de fertilizantes y pesticidas.
- La agricultura regenerativa opta por prácticas como la agroecología y la rotación de cultivos. Dichas acciones reducen la contaminación ambiental y protegen los suelos productivos.
- La agricultura regenerativa ayuda a retener más carbono en los suelos. Esto es positivo para enfrentar el cambio climático. En tanto, la agricultura convencional genera más gases de efecto invernadero.
De este modo, la opción de los productores por emplear ciertas acciones comprendidas en la agricultura regenerativa resulta clave para mejorar el ciclo de nutrientes de los suelos y maximizar los rendimientos de las producciones agrícolas.