La producción agrícola tiene algunas tareas que permiten recuperar aquellos espacios o recursos naturales que han sido perjudicados por los malos manejos.
Poner a punto algunos aspectos como el suelo, resulta esencial al momento de encarar un mecanismo de producción agrícola. En Argentina, la empresa Agro Sustentable, por ejemplo, alienta a desarrollar productos y equipamientos que resulten efectivos y que sean al mismo tiempo, respetuosos con el medio ambiente.
Es decir, hay algunas acciones que permiten recuperar aquellos espacios o elementos degradados y ponerlos en condiciones para obtener resultados favorables.
Respecto al suelo, las superficies se pueden ver perjudicadas por los malos manejos del hombre o por otros factores, como por ejemplo, las variaciones climáticas que provocan severas consecuencias, atentando contra la fertilidad de los terrenos.
La agricultura que busca regenerar los espacios dañados apuesta a potenciar la fertilidad de los suelos y a aumentar la biodiversidad de un lugar.
Este modelo productivo, más conocido como agricultura regenerativa, empezó a implementarse hace unos cuantos años, en la década del 80. Su uso comenzó a raíz del estudio que se realizó sobre los efectos nocivos que provocan los productos químicos y como una puerta de acceso a buscar otras alternativas más naturales y saludables.
Los aspectos centrales de este tipo de agricultura están sustentados en el cuidado del medio ambiente, sin olvidar la búsqueda de rentabilidad económica en cada producción.
Mejorar las condiciones de los terrenos es uno de los principios centrales. Este mecanismo productivo trata de llevar adelante tareas que permitan conservar la calidad nutricional y la buena condiciones en los suelos. Una de las acciones más concretas es reemplazar el uso de fertilizantes químicos por abonos naturales.
Cuidar e incrementar la biodiversidad es otra de las metas. A diferencia de la agricultura convencional, en este modelo se trabaja para potenciar la biodiversidad, cuidar la existente y si es posible aumentarla.
Para el control de plagas y enfermedades se trata de reducir a cero el uso de productos químicos. En su lugar, se utilizan fórmulas naturales que le permitan dar vitalidad a los suelos y crear las condiciones necesarias para que los cultivos se puedan desarrollar correctamente.
En relación a las prácticas que son utilizadas en este tipo de modelo de producción agrícola, hay una combinación entre acciones tradicionales y nuevas técnicas. Esta integración permite poner el foco en que la producción sea rentable y efectiva, sin perder de vista el cuidado del entorno natural.
Dentro de las principales decisiones, se encuentra la rotación o variación de los cultivos. Esta acción permite ir combinando diferentes especies y lograr que el suelo se mantenga fértil y no pierda los nutrientes esenciales.
Agroforestería es otra técnica que ayuda a incorporar árboles dentro de los sistemas productivos. Los árboles protegen el suelo y mejoran la retención de agua y humedad de las superficies. Además, dan sombra lo cual alivia a los cultivos de sufrir golpes de calor o pérdidas por las altas temperaturas.
El uso de abonos naturales, en lugar de productos químicos. Esta acción permite dar un uso a los restos de producciones anteriores y reutilizar el material. Además sirve como un potenciador de los suelos agrícolas, protegiendolos de los efectos externos y logrando que conserven su fertilidad para próximas plantaciones.
La técnica de la siembra directa es muy elegida en este tipo de sistemas. Trata de no trabajar demasiado la tierra ni removerla, sino que conserva las condiciones intactas de los terrenos antes de sembrar las semillas. Si quedan restos vegetales en la tierra, sirven como abono manteniendo la estructura inicial y disminuyendo la pérdida de nutrientes. Además de esta técnica de siembra, se implementan cultivos que actúan de cobertura, protegiendo a los terrenos mientras descansan de ser sembrados.
Los aspectos positivos de una agricultura orgánica
Un modelo productivo que busque regenerar los espacios y los recursos naturales atrae muchos beneficios para el campo y para el agricultor. Estas ventajas van más allá de las buenas condiciones de los suelos o del aumento de la biodiversidad. Tales acciones tienen un impacto en la vida social y ambiental de las personas. Los resultados obtenidos en este tipo de mecanismos son de mejor calidad, con mejores nutrientes y con una conservación de aspecto y sabor única. Además, al no contar con aplicaciones de productos químicos resultan más mejores para la salud de las personas, ofreciendo una buena calidad nutricional e impactando en las dietas de los consumidores.
Las propiedades de este tipo de agricultura también activan los aspectos económicos de las comunidades rurales, disminuyendo la dependencia de productos fertilizantes y abaratando los costos de producción. Así como también incrementa el enfoque en la economía local y un mejor posicionamiento de estos productos en el mercado competitivo.
Optar por este tipo de acciones que engloban a este mecanismo de producción puede acercar más al productor con el público consumidor, un cliente más atento a las condiciones de elaboración de los productos y a la calidad nutricional que ofrecen. Hasta aquí todo parece ser ganancia.