Las propiedades de los abonos orgánicos en la agricultura

Optar por abonos orgánicos es parte de una nueva perspectiva productiva que busca eliminar la dependencia de productos químicos y ofrecer mejores productos al mercado. 

Los abonos sean químicos u orgánicos son parte de cualquier producción agrícola. La elección que haga el agricultor va a modificar los resultados finales y los que se vayan obteniendo en las fases productivas.

Lo cierto es que al aplicar abonos naturales, se mejoran las condiciones del suelo y la planta se puede desarrollar mejor. 

¿Cómo se obtienen los abonos naturales? A partir de la descomposición. Por ejemplo, puede suceder que queden restos vegetales que se vayan desintegrando y que dejen ciertos componentes sobre el suelo lo cual después es usado como abono.

Los abonos naturales mejoran las condiciones de los terrenos y ayudan a que los suelos puedan retener mejor el agua y la humedad. 

También incrementan la materia orgánica que se puede encontrar en las superficies. Este tipo de estrategias son más amigables con el medio ambiente y alientan por su observación y cuidado. 

Dentro de su proceso de descomposición, los abonos naturales aportan otros nutrientes. que sirven para estimular el crecimiento de las plantas. 

Pero también presentan algunos puntos que no son muy favorables. Uno de ellos está relacionado a lo que mencionamos más arriba, la liberación de los nutrientes suele ser más lenta. Esto hace que los efectos se vean con el tiempo, en el medio o largo plazo. Es decir, su uso no es recomendable si se buscan resultados inmediatos. 

Además, los abonos orgánicos pueden causar ciertas patologías. Al tratar de una descomposición, pueden traer pestes o hierbas malas. 

La aplicación de abonos químicos

Los abonos químicos se siguen usando en muchos establecimientos, muchos productores los eligen porque contienen muchos nutrientes que actúan rápidamente sobre las plantas. 

Además su aplicación es más sencilla ya que se necesitan menos cantidades para ver los resultados de los cultivos. Y otro punto es que los resultados se pueden apreciar casi de inmediato. 

Lo negativo es que modifican las condiciones generales del suelo y, a largo plazo, le sacan gran parte de la materia orgánica que contiene, dejándolo más pobre de nutrientes. 

Además, si se los aplica en exceso puede haber riesgo de contaminación, perjudicando las superficies y el agua. 

Teniendo en cuenta los aspectos positivos y negativos de cada tipo de abono, el gran interrogante de los agricultores es saber cuál elegir. 

La elección por uno u otro abono va a depender de determinados factores como por ejemplo el tipo de cultivo a manipular, las condiciones del suelo de la región a sembrar, las condiciones climáticas y los objetivos que tiene el agricultor en cuanto a su propia producción.

Hay quienes se centran en obtener importantes resultados y rendimientos en poco tiempo y hay quienes se enfocan en obtener menores rendimientos pero de mejor calidad. 

La selección de los abonos orgánicos se orienta a generar un modelo de producción amigable con el medio ambiente y con el buen manejo de los recursos naturales.  

A nivel global, son más de 70 millones las hectáreas que están ocupadas por cultivos orgánicos. La superficie ocupada se expande y hay una payor presencia de estos productos en el mercado, lo cual a su vez contribuye a una mayor conciencia social.

Si bien hay algunos puntos desfavorables, es difícil no optar o encontrarle el lado bueno a los abonos orgánicos, ya que son fertilizantes que están hechos exclusivamente a partir de materias orgánicas como restos vegetales sin la existencia de ningún tipo de componente químico.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha resaltado algunas ventajas de los abonos orgánicos, considerando que alientan a la protección de los suelos y a mejor su fertilidad y colaboran con el aumento de la biodiversidad también. 

Son vistos como elementos esenciales para producir cultivos saludables, ya sea en grandes extensiones de tierras o como en las plantaciones urbanas y más pequeñas. Es más, su aplicación como una opción ante los productos químicos, es una de las buenas acciones agrícolas que se incluyen dentro de las regulaciones mundiales sobre los productos orgánicos. 

Los abonos orgánicos forman parte de un elemento más dentro de la construcción de un modelo productivo más armonioso con el ambiente. Es solamente decisión del agricultor empezar a optar por este tipo de productos, que sí tienen resultados más lentos pero que en largo plazo brindan productos de mejor calidad. Un aspecto que el consumidor actual va a agradecer. 

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