En todo el planeta la hidroponía llega para ofrecer soluciones sobre la producción de cultivos. Los puntos de mapa en los cuales se generaron grandes resultados gracias a su implementación y los logros que gratifican a productores y consumidores.
La hidroponía es un método de agricultura sostenible que cada vez se instala de forma más sólida. En distintos países del mundo en los cuales la plantación de cultivo en suelos tradicionales resulta complicada ya se adoptó este formato con grandes resultados.
De forma cada vez más usual circulan casos de éxito en los cuales la hidroponía llega para resolver necesidades reales sobre soberanía alimentaria. Pero, ¿De qué se trata este sistema? Estas son, a grandes rasgos, sus principales características:
- Es un esquema de agricultura que no requiere tierra ni suelo
- Para que los cultivos crezcan solo son necesarios el uso de agua y nutrientes
- Es viable en espacios reducidos y en climas extremos
- Se lo considera un formato sustentable
- Su crecimiento es rápido y de calidad
- No requiere luz natural
- Posee alto rendimiento el cual se calcula hasta 10 veces mayor que el agro tradicional
Hoy países como Japón o Estados Unidos ya cuentan con producciones en hidroponía que son modelos a seguir en el mundo. Por cierto, la comercialización de estos productos resulta muy provechosa para los productores y para los compradores que reciben hortalizas Premium.
Además de los países desarrollados, en otros sectores del planeta también se realizaron proyectos con hidroponía que son noticia. Desde Honduras hasta la Antártida, los hitos de este modo que llegaron para quedarse.
La iniciativa en hidroponía que lleva adelante Honduras
Honduras se encuentra en búsqueda de soluciones concretas para las necesidades de alimentación de su población. En el contexto de cambio climático el país sufre consecuencias en sus suelos y la producción de cultivos se resiente.
En medio de una crisis muy severa del sector agricultor, y cuando todo era desesperanza, llegó un proyecto con la financiación de la Unión Europea. Esta iniciativa, de la cual en un principio poco se sabía, renovó las expectativas del sector.
El plan consistió en la instalación de 18 puestos de hidroponía para que las comunidades agrícolas trabajen en las nuevas formas. Así, más de 500 familias dedicadas al cultivo de hortalizas pusieron manos a la obra e implementaron las nuevas técnicas.
Cabe destacar que casi 90 de estos grupos familiares eran clanes liderados por mujeres. Además, entre los equipos había aproximadamente 100 jóvenes. Todos ellos, recibieron la capacitación necesaria para aprovechar al máximo los recursos recibidos.
Hoy, Honduras vive una verdadera transformación de su agricultura gracias a la hidroponía. No sólo impulsó un rubro de la economía que se encontraba devastado por el calentamiento global, sino que implementó maneras sustentables y no contaminantes para el ambiente.
Hidroponía también en la Antártida
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, también conocido como INTA, también trabaja en proyectos de hidroponía en territorios de todo tipo. En esta oportunidad, la técnica sirvió para resolver cuestiones alimentarias en la Antártida.
En concreto, en la Base General Belgrano, se instaló un módulo de producción de alimentos de estas características. El propósito es proveer productos naturales al personal que trabaja en el lugar.
Cabe aclarar que hasta esta incorporación los únicos vegetales que llegaban eran conservas en lata. Por esta razón, los investigadores del INTA trasladaron todos los elementos para su implementación y así poder dar mejores hábitos alimenticios a esta comunidad.
Mediante un viaje en el buque rompehielos Irizar, se puso en marcha el Proyecto de Instalación de Módulos Antárticos de Producción Hidropónica o MAPHI 3. A partir de esto, se aprovecharon espacios verticales en los que se dispusieron 34 contenedores.
Según los referentes del INTA el desarrollo incluye algo menos de 140 plantaciones en tres niveles de producción diferentes. Vale mencionar que para todo el desarrollo se necesitaron menos de 10 metros cuadrados.
El MAPHI 3 llegó como una respuesta a las necesidades de alimentación luego de cuatro años de pruebas. De hecho, desde el 2021 ya se incursionaba con hojas verdes como lechugas, perejil y rúcula en la Antártida.
A partir de los excelentes resultados obtenidos los investigadores apuestan a que la hidroponía puede ir por más, tanto en el continente blanco como en otros ámbitos. Según los especialistas, esta es una prueba más de todo el potencial que tiene la generación de cultivos de forma sostenible y libre de agrotoxicos.