La bioeconomía es uno de los conceptos que se instaló en los foros sobre
sustentabilidad. Cómo y porqué la agricultura orgánica puede sumar nuevos
conocimientos a partir de este paradigma.
La bioeconomía es una nueva forma de mirar la economía global. Esta noción surge
como una forma de pensar los procesos productivos en tiempos de crisis climática. De
esta manera, se han elaborado principios más sostenibles que también alcanzan a la
agricultura.
Dicho en otras palabras, la bioeconomía propone mejorar y optimizar los recursos
disponibles. Con un fuerte apoyo en las nuevas tecnologías, la idea es producir más y
mejor con la mínima cantidad posible de impacto en el medio ambiente.
En el caso del agro, gracias a la ciencia y a la técnica, se genera otra forma de lograr
alimentos con mayor eficiencia. De este modo, el beneficio se dirige en ambos
sentidos, hacia los productores, pero también hacia los consumidores.
¿Cuánto puede beneficiar la bioeconomía a la agricultura orgánica? ¿Qué marca hacia
el futuro esta tendencia?
Los principales aportes de la bioeconomía
Según el Instituto Interamericano de la Cooperación para la Agricultura, la
bioeconomía tiene importantes contribuciones de cara a modelos más sostenibles.
Para el organismo estos son los puntos sobresalientes:
- Soberanía alimentaria: a partir de la construcción de nuevos modelos para la
agricultura es viable obtener mayor cantidad de alimentos con menos recursos
y, por lo tanto, más eficiencia en la inversión. Esto es muy beneficioso para la
distribución alimentaria. - Reducción del impacto climático: El cambio de paradigma beneficia al medio
ambiente con menos niveles de contaminación y reducción de la huella de
carbono. - Sistemas más sostenibles: La aplicación de la economía circular mejora las
formas de consumo. Así surge una nueva cultura con más ventajas para
productores y consumidores. - Cuidado de los recursos: Protección de las especies y recuperación de los
espacios en peligro con menor impacto ambiental. Además, el ahorro de agua
es considerable y esto es sumamente importante de cara al calentamiento
global con largos periodos de sequías. - Empoderamiento de las comunidades: La bioeconomía tiene como
característica un mejor acceso a las herramientas de trabajo y la
democratización de los espacios laborales.
Según todo lo expuesto por el informe presentado por esa entidad, la bioeconomía
representa una zona de nuevas oportunidades para la agricultura sustentable. Esto
implica, por supuesto, mejores posibilidades de ganancias.
Los beneficios de la bioeconomía para la agricultura orgánica
En cuanto a la agricultura orgánica en contexto de bioeconomía hay mucho para
trabajar en el futuro. Ocurre que la producción de alimentos requiere un marco de
responsabilidad y garantías para el cuidado de las personas. Dicho en otras palabras,
hay cuestiones vitales de salud pública en juego.
Sobre esto, el Interamericano de la Cooperación para la Agricultura en su reporte
sugiere que se proceda a conciencia en la transición desde los sistemas tradicionales
hacia los más sustentables. Para ellos, se necesitan validaciones técnicas y científicas.
A partir de aquí surge el concepto biotecnología como forma de generar procesos de
control para la agricultura orgánica. De esta manera se pueden evitar pérdidas
económicas y daños sociales.
Desde luego, todos estos movimientos requieren inversiones y apoyo tanto público
como privado. Todo esto, de cara al futuro, también amerita decisiones políticas
fuertes.
El futuro de la bioeconomía en Argentina
Durante el 2024 se generaron novedades en Argentina de cara a la visión a futuro.
Cabe mencionar que el país cuenta con una Secretaría de Bioeconomía cuyo titular es
Fernando Vilella.
En mayo del pasado año el responsable de la cartera tuvo un encuentro con
embajadores de la Unión Europea en el cual se presentó el proyecto sobre el cual se
trabaja para la agricultura, la ganadería y la pesca.
Con el objetivo por delante de mayor cantidad de exportaciones para el sector, la idea
fue mostrar el valor agregado que la producción nacional. Así, el plan fue ofrecer a Europa y al mundo las materias primas de excelente calidad con una menor proporción de impacto ambiental durante la producción
Para esto se expusieron datos concretos como, por ejemplo, el 60% menos de huella de carbono en el maíz industria argentina. Algo similar ocurre con los productos avícolas con un tercio menos de huella en comparación con los ofrecidos por los países competidores.
Sin dudas es una primera aproximación a una serie de negociaciones bilaterales que continuarán su curso. Por lo pronto, todos los embajadores mostraron interés en las iniciativas y dejaron su compromiso de cooperación.