El impacto del cambio climáticos en la disponibilidad de alimentos nutritivos

El impacto del cambio climático provoca efectos en la disponibilidad y el acceso a alimentos sanos y nutritivos. Es por eso que el tema ha sido debatido en diferentes conferencias y reuniones mundiales. 

En relación al acceso de alimentos nutritivos, se prevé que tanto la alimentación como la agricultura se van a ver gravemente afectados por los efectos del cambio climático.

En ese sentido, especialistas trabajan sobre la conexión que existe entre el clima y la 

seguridad alimentaria para desarrollar soluciones holísticas, resilientes e inteligentes desde el punto de vista del clima para los retos.

De esta manera, reunidos en la Reunión Anual de Nuevos Campeones del Foro Económico Mundial en China, los líderes mundiales evaluaron cómo construir una mayor fortaleza económica, lo que incluye abordar los desafíos que supone el cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas, y sus implicaciones en la disponibilidad y asequibilidad de alimentos nutritivos.

Según un informe publicado en la revista Science, se espera que los patrones climáticos de El Niño tengan un impacto significativo en los patrones meteorológicos y las temperaturas medias globales en todo el mundo, lo que podría allanar el camino para superar el aumento de 1,5 ºC durante 2024.

Se estima además que los patrones meteorológicos de El Niño y La Niña generarán pérdidas económicas mundiales de 84 billones de dólares a finales del siglo XXI, incluso si se cumplen los compromisos actuales de reducir las emisiones de carbono.

La agricultura y la alimentación: sectores afectados por el cambio climático

Uno de los sectores que se verá más gravemente afectado es el de la alimentación y la agricultura y, en particular, los medios de subsistencia de millones de cultivadores y agricultores de todo el mundo. En ese sentido, el impacto se dejará sentir sobre todo en los países con un gran número de pequeños agricultores.

Cubrir la acuciante necesidad de producir alimentos y nutrir a una población creciente, y hacerlo al tiempo que se invierten las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad, exigirá el firme compromiso de múltiples partes interesadas para aliviar las consecuencias desde los actuales sistemas de producción insostenibles hasta otros que sean económicamente viables y ambientalmente sostenibles.

El hecho de garantizar un futuro alimentario positivo para la naturaleza sólo puede lograrse mediante alianzas en toda la cadena de valor alimentaria. Ese futuro enfocado en la seguridad alimentaria sostenible, la neutralidad climática y la prosperidad de las partes interesadas requerirá un esfuerzo consolidado y conjunto de todos: empresas, gobiernos, expertos, organizaciones no gubernamentales, agricultores y consumidores; para aplicar los marcos mundiales e impulsar este cambio de paradigma.

¿Cómo se puede incrementar la resiliencia para garantizar la seguridad alimentaria? 

Para responder esta pregunta hay que trabajar sobre aspectos claves como: 

  • Reconocer que el epicentro de retroalimentación entre la seguridad alimentaria y el clima es fundamental para aumentar la resiliencia. Los sistemas alimentarios y agrícolas son fundamentales para el crecimiento económico, ya que representan más del 25% del producto interior bruto (PIB) de algunos países, al tiempo que son responsables de aproximadamente un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, de las extracciones de agua dulce y de las causas de la pérdida de naturaleza.

En esa línea, la interconexión entre la producción de alimentos, los medios de subsistencia y el clima requiere, por tanto, un enfoque holístico que contenga  soluciones para la gestión sostenible de la tierra, la mitigación, la adaptación y la conservación de la biodiversidad.

Un conjunto de prácticas agrícolas, conocidas como climáticamente inteligentes y regenerativas, pueden transformar positivamente el impacto de los sistemas alimentarios y agrícolas sobre el planeta y las personas, reduciendo en un 12% el número de personas en riesgo de padecer hambre. 

  • Situar a los agricultores y a los pequeños y medianos emprendedores agrícolas en el centro de la transformación. 

A medida que se inician transiciones profundas, la capacitación de los agricultores es fundamental. Esto incluye garantizar que tengan acceso a los mejores conocimientos y datos agronómicos, financiación y seguros, tecnología y compradores que puedan ayudarles a mejorar sus medios de subsistencia, contribuyendo al mismo tiempo a la seguridad alimentaria sostenible en su país y en todo el mundo.

En esta línea, el Foro Económico Mundial junto al sector privado y las organizaciones de agricultores, lanzaron la  plataforma 100 Millones de Agricultores que apoya y amplifica esta agenda, situando a las comunidades de agricultores y productores en el centro de esta transición.

El proyecto  apoya la adopción de prácticas de agricultura regenerativa y adaptación al clima en las granjas. Está dirigida a una quinta parte de la población agrícola mundial y pretende alcanzar un punto de inflexión, con un potencial aún sin explotar, para cumplir los objetivos de seguridad alimentaria, proporcionar medios de vida económicos para los agricultores y liderar la carrera hacia la consecución de los objetivos climáticos.

De esta manera, los productores tienen mucho potencial para desarrollar y colaborar en garantizar la seguridad alimentaria y la producción de alimentos sanos y nutritivos. Es momento de acompañar su actividad con inversiones que les permitan incorporar tecnología y obtener producciones más rentables y de calidad. 

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