La cartera de seguridad alimentaria y nutricional del Banco Mundial alcanza a 90 países, e incluye intervenciones a corto plazo como la ampliación de programas de protección social y proyectos de resiliencia a largo plazo, por ejemplo, iniciativas sobre el aumento de la productividad y la agricultura climáticamente inteligente.
En relación a las acciones propuestas por el Banco Mundial para el desarrollo de la agricultura regenerativa, se espera que las mismas beneficien a 296 millones de personas.
Las acciones del Banco Mundial en pos de la agricultura regenerativa
El ejemplo de Honduras
En Honduras, la serie de proyectos de competitividad rural tiene como objetivo generar actividad empresarial y oportunidades de empleo, alentando al mismo tiempo una estrategia que tenga en cuenta el clima y que sea inteligente desde el punto de vista nutricional en las cadenas de valor agroalimentarias.
Hasta el día de hoy, el programa ha favorecido a unos 6.287 pequeños productores rurales: de los cuales el 33 % son mujeres; 15 %, jóvenes y el 11 %, indígenas. Los mismos han sido beneficiados con café, hortalizas, productos lácteos, miel y otros productos básicos. Además, han tenido acceso a mejores conexiones con los mercados y han podido adoptar tecnologías agrícolas más avanzadas. La iniciativa ha creado también 6.678 nuevos empleos.
En este mismo país, el Proyecto de Seguridad Alimentaria en el Corredor Seco procura mejorar la seguridad alimentaria de los hogares rurales empobrecidos y vulnerables en el Corredor Seco de Honduras.
Este proyecto ha sostenido a 12.202 familias extremadamente vulnerables mediante subproyectos agrícolas inteligentes en relación a la nutrición, planes de seguridad alimentaria, planes de nutrición comunitaria, y educación sobre nutrición e higiene.
Dentro de la población beneficiaria, el 70 % de los niños fueron menores de 5 años y sus madres, los cuales ahora tienen un puntaje de diversidad dietética de al menos 4, es decir consumen como mínimo alimentos de cuatro grupos alimentarios.
El caso de África
El Programa de Resiliencia de los Sistemas Alimentarios para África Oriental y Meridional por un valor de USD 2.750 millones contribuye a los países de África oriental y meridional a incrementar la resiliencia de los sistemas alimentarios de la región y su capacidad para abordar la creciente inseguridad alimentaria.
En su tercera fase, el programa busca reforzar la respuesta interinstitucional ante la crisis alimentaria e impulsa también los esfuerzos a mediano y largo plazo para lograr una producción agrícola resiliente, un desarrollo sostenible de los recursos naturales, la ampliación del acceso a los mercados y una formulación de políticas con mayor énfasis en la resiliencia de los sistemas alimentarios.
El proyecto para Malawi, Madagascar y Burundi
Un crédito de USD 95 millones se destinó para el Proyecto de Comercialización Agrícola de Malawi. El mismo busca incrementar el comercio de determinados productos de la cadena de valor de la agricultura y proporcionar una respuesta inmediata y eficaz en caso de una crisis o emergencia admisible.
La donación de USD 200 millones para Madagascar apunta a fortalecer la prestación de servicios descentralizada, modernizar el suministro de agua, restaurar y proteger los paisajes, y aumentar la resiliencia de los sistemas alimentarios y los medios de subsistencia en la zona del Gran Sur del país expuesta a la sequía.
Un crédito de USD 60 millones fue destinado al Proyecto de Desarrollo Comunitario Integrado que permite trabajar con refugiados y comunidades de acogida en cuatro provincias del norte de Burundi para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional, construir infraestructura socioeconómica y respaldar el desarrollo de las microempresas a través de un enfoque participativo.
La inversión para Burkina, Chad, Malí, Mauritania, Níger y Senegal
El Proyecto de Apoyo a la Iniciativa Regional de Riego en el Sahel, por un valor de USD 175 millones, ayuda a generar resiliencia y aumentar la productividad de las actividades agrícolas y pastorales en Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger y Senegal.
De esta manera, más de 130 000 agricultores y miembros de comunidades de pastores resultan beneficiados con iniciativas de riego de pequeña y mediana escala. Además, se está creando una cartera de proyectos de inversión en riego financiables que abarca alrededor de 68 000 hectáreas, y que se enfoca en el riego de mediana y gran escala en la región del Sahel.
Proyectos para el centro de África y Guinea-Bissau
A través del Proyecto de Respuesta de Emergencia frente a la Seguridad Alimentaria en la República Centroafricana, por valor de USD 50 millones, 329.000 pequeños agricultores han recibido semillas, herramientas agrícolas y capacitación en técnicas agrícolas y de poscosecha para desarrollar la producción de cultivos y aumentar su resiliencia a los riesgos climáticos y de conflictos.
Por otro lado, el Proyecto de Seguridad Alimentaria de Emergencia en Guinea-Bissau, de USD 15 millones, ayuda a aumentar la producción agrícola y el acceso a los alimentos a las familias vulnerables. De esta manera, más de 72.000 agricultores han recibido semillas resistentes a la sequía y de alto rendimiento, fertilizantes, equipos agrícolas, y vacunas para el ganado en el marco del programa nacional de vacunación. Asimismo, 8.000 hogares vulnerables han recibido transferencias monetarias para comprar alimentos y hacer frente a la inseguridad alimentaria.
En resumen, estos son algunos de los ejemplos e inversiones que ha realizado en el último año el Banco Mundial.. El objetivo de la entidad es aliviar la inseguridad alimentaria y promover mejores condiciones para desarrollar la producción agrícola familiar.