¿Qué acciones realiza el Banco Mundial para mitigar la inseguridad alimentaria?

El Banco Mundial lleva adelante diferentes proyectos para aliviar los efectos provocados por la inseguridad alimentaria y la pobreza en las diferentes regiones del mundo. 

En relación a las diferentes iniciativas, el Banco Mundial destina distintas inversiones para concretar programas que permitan disminuir o paliar las consecuencias del hambre y la inseguridad alimentaria

Algunas inversiones del Banco Mundial para sobrellevar la inseguridad alimentaria

Según datos del Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agrícolas Internacionales, uno de los proyectos del Banco Mundial para Acelerar el Impacto de las Investigaciones en África supone la inversión de USD 60 millones. Dicha acción ha beneficiado a casi 3 millones de agricultores africanos, proporcionándoles herramientas y servicios de información críticos relativos a la agricultura climáticamente inteligente, que los ayudan a aumentar la producción y generar resiliencia frente a las crisis climáticas. 

Distintas investigaciones indican que, en Malí, los agricultores que aplican las recomendaciones de RiceAdvice, una herramienta digital, lograron aumentar el rendimiento promedio en 0,9 toneladas por hectárea y los ingresos por hectárea, en USD 320.

El Programa de Resiliencia de los Sistemas Alimentarios de África Occidental , por un valor de USD 766 millones, trabaja para aumentar la preparación frente a la inseguridad alimentaria y mejorar la resiliencia de los sistemas alimentarios en África occidental. 

Esta propuesta ayuda a incrementar los servicios de asesoría digital destinados al sector de la agricultura y dirigidos a la prevención y gestión de las crisis alimentarias; maximizar la capacidad de adaptación de los actores del sistema agrícola, e invertir en el comercio y la integración regional de los mercados de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria. 

Una donación de USD 150 millones estuvo destinada a la segunda fase del Proyecto de Respuesta y Resiliencia para la Seguridad Alimentaria de Yemen. Con esta iniciativa se podrá ayudar a abordar la inseguridad alimentaria, fortalecer la resiliencia y proteger los medios de subsistencia.

Asimismo, una donación de USD 50 millones en concepto de financiamiento adicional para Tayikistán se destinará a mitigar los impactos de la inseguridad alimentaria y nutricional en los hogares y aumentar la resiliencia general del sector agrícola.

Un proyecto por un monto de USD 125 millones en Jordania  tiene como objetivo fortalecer el desarrollo del sector agrícola incrementando su resiliencia climática, aumentando la competitividad y la inclusión, y garantizando la seguridad alimentaria a mediano y largo plazo.

Un proyecto de USD 300 millones en Bolivia contribuirá a aumentar la seguridad alimentaria, el acceso a los mercados y la adopción de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes.

Un préstamo de USD 315 millones ayudará a Chad, Ghana y Sierra Leona a aumentar su preparación frente a la inseguridad alimentaria y mejorar la resiliencia de sus sistemas alimentarios.

Además, el Proyecto de Apoyo de Emergencia para Aumentar la Seguridad Alimentaria y la Resiliencia por valor de USD 500 millones tiene la finalidad de alentar los esfuerzos de Egipto para garantizar que los hogares pobres y vulnerables tengan acceso ininterrumpido al pan. Además se pretende ayudar a fortalecer la resiliencia del país frente a las crisis alimentarias y respaldar reformas que ayudarán a mejorar los resultados nutricionales.

Un préstamo de USD 130 millones para Túnez busca reducir el impacto de la guerra en Ucrania, financiando importaciones vitales de trigo blando y proporcionando apoyo de emergencia para cubrir las importaciones de cebada que se utiliza en la producción de productos lácteos y de las semillas que necesitarán los pequeños agricultores durante la próxima temporada de siembra.

El Programa de Resiliencia de los Sistemas Alimentarios para África Oriental y Meridional por valor de USD 2300 millones ayuda a los países de África oriental y meridional a aumentar la resiliencia de los sistemas alimentarios de la región y su capacidad para abordar la creciente inseguridad alimentaria. 

Durante este 2024, el Grupo Banco Mundial y la Presidencia del Grupo de los Siete (G7), convocaron de manera conjunta la Alianza Mundial para la Seguridad Alimentaria. Esta integración tiene como objetivo catalizar una respuesta inmediata y concertada a la crisis mundial del hambre que se está produciendo. 

Alianza global contra el hambre

De esta manera, la Alianza ha establecido un Panel Global de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Esto consiste en una plataforma de acceso público que proporciona información oportuna a los encargados de tomar decisiones a nivel mundial y local, de modo de mejorar la coordinación de las políticas y la respuesta financiera a la crisis alimentaria.

Además, autoridades de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Grupo Banco Mundial, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) publicaron una tercera declaración conjunta. En dicho documento se promueve la toma de decisiones que eviten empeorar la crisis de seguridad alimentaria y nutricional. Asimismo, se exigen nuevas medidas urgentes para: 

  • Atender los focos de hambre.
  • Facilitar el comercio, mejorar el funcionamiento de los mercados y potenciar el papel del sector privado. 
  • Reorientar los subsidios perjudiciales con eficiencia y una cuidadosa focalización.

En resumen, mientras los países responden y accionan contra la crisis alimentaria, también deben buscar un equilibrio entre las intervenciones urgentes a corto plazo y los esfuerzos de resiliencia a largo plazo.

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