Según diferentes investigaciones, más del 30% de familias consumen proteínas animales solo dos veces por semana. La reducción en la ingesta de este tipo de alimentos, puede generar consecuencias en la salud de las personas, especialmente en niños y adolescentes quienes necesitan este tipo de nutrientes para su crecimiento y desarrollo.
Es en ese contexto que se puede empezar a hablar de inseguridad alimentaria. Un fenómeno que si bien puede afectar a la población en general, sus índices de impacto varían según las regiones geográficas.
En las zonas rurales, los hogares son más propensos a presentar una inseguridad alimentaria, debido a que el acceso a los alimentos resulta más difícil que en las zonas urbanas. Esta desigualdad, está condicionada también por factores dispares de infraestructura, recursos y mercados.
¿Qué factores influyen en la seguridad alimentaria?
En relación al marco conceptual, hay cuatro dimensiones que atraviesan la concepción de seguridad alimentaria:
- Disponibilidad de alimentos
Se refiere a la cantidad de alimentos que están disponibles a nivel regional, nacional y global. Esta dimensión se relaciona con la capacidad que tiene un determinado lugar para enfrentar el suministro suficiente de alimentos, teniendo en cuenta el tamaño de su población y su capacidad productiva local o la posibilidad para importar productos. Esta dimensión está influenciada por:
-La estructura productiva.
-Los procesos de comercialización y distribución.
-Los factores productivos como la calidad del suelo, del aire, del agua y el capital humano disponible.
-Las propiedades de los ecosistemas, tales como cambios climáticos, biodiversidad, políticas de producción y comercio.
- Acceso a los alimentos
Este aspecto contempla la capacidad que tienen los hogares de acceder a determinados alimentos, teniendo en cuenta la cantidad y calidad de los mismos. El objetivo es que sean alimentos que permitan cubrir las necesidades nutricionales básicas. Las principales barreras del acceso son:
-El nivel y la distribución de ingresos.
-Los precios de los alimentos.
-La producción primaria, en el caso de hogares productores.
-La posibilidad de ser beneficiarios de programas de asistencia vinculados a la alimentación.
- Utilización de alimentos
Esta dimensión hace referencia a la posibilidad de aprovechar el potencial nutricional de los alimentos, mediante su consumo. Esto va a estar relacionado a diferentes factores que, van a permitir desarrollar ciertas prácticas alimenticias y van a definir los hábitos de consumo del lugar. Tales factores son:
-La cultura.
-El nivel de educación nutricional.
-El nivel económico y el acceso a determinados bienes materiales y servicios esenciales, como agua y saneamiento.
- Estabilidad
Este punto abarca el acceso permanente y confiable de determinados alimentos, que resulten suficientes y nutritivos a largo plazo. En este rasgo, se incluyen aspectos como:
-La producción estable de alimentos
-Procesos de distribución
-Acceso a los distintos mercados
-La posibilidad de recuperarse ante ciertas crisis o amenazas que puedan atentar contra la disponibilidad de alimentos.
Seguridad alimentaria: el contexto en hogares rurales
El informe “Perú: Evaluación de la seguridad alimentaria ante emergencias (ESAE) 2023″, realizado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA); demuestra que las zonas más perjudicadas son la sierra, la selva y la costa. En los hogares ubicados en estos puntos, se puede visibilizar una mayor vulnerabilidad alimentaria.
La situación de seguridad alimentaria en Perú
Otro rasgo que disparó el informe, fue el cambio en las conductas de consumo de alimentos. En ese sentido, se pudo observar que más del 25% de los hogares de Perú, ingirió dos comidas diarias menos en la semana. Este dato resultó relevante y al mismo tiempo alarmante, ya que demuestra un déficit en la ingesta calórica mínima de un porcentaje importante de peruanos.
La disminución en el acceso y consumo de determinados alimentos, demuestra la imposibilidad que tienen muchos habitantes peruanos para ingerir productos de buena calidad nutricional.
A través del mismo informe, se pudo conocer la situación de Lima, la capital del país peruano. El trabajo expuso que 1.04 millones de hogares, presentan inseguridad alimentaria. En este contexto, Lima debe hacerse cargo de los retos que implica la provisión de alimentos, la planificación y gestión urbana para que los habitantes tengan acceso a una alimentación adecuada.
A nivel nacional, más del 50% de los habitantes de Perú presentan inseguridad alimentaria, lo que representa 5.2 millones de hogares. De este porcentaje, el 47,3% tiene una inseguridad alimentaria moderada, en tanto que el 4,3% está en una situación grave.
En resumen, los datos reflejan que uno de cada dos hogares en el país peruano está luchando para satisfacer sus necesidades alimenticias básicas.