Transformar las acciones y los mecanismos de producción es la primera decisión que tiene que tener en cuenta un productor si quiere encontrar resultados productivos diferentes.
El compromiso y la mayor conciencia de muchos agricultores ha llevado a que se inclinen o al menos se muestren interesados por cambiar algunas de sus prácticas rurales. Las denominadas Buenas Prácticas Agrícolas son las que colaboran a tener alimentos sanos y de calidad, que permitan un mayor bienestar en el ambiente y en las personas.
Estos principios son lo que derivan en determinadas técnicas para ser aplicadas en la producción agrícola de los alimentos. Garantizar que esos productos estén libres de cualquier contaminación o peste, es uno de los grandes objetivos de estas prácticas y su ejecución pretende tener un impacto en el ambiente, la economía y la sociedad de una región determinada.
Los pilares de las BPA
Para que las prácticas agrícolas sean efectivas y cumplan con los objetivos propuestas, deben estar construidas en base a ciertos pilares esenciales como por ejemplo, la higiene del personal a cargo y esto está relacionado con el lavado de las manos, la indumentaria adecuada y la formación para saber manejar los cultivos.
Usar productos naturales para el control de plagas y enfermedades, así como también para estimular los procesos de crecimiento y desarrollo de las plantas. En esta dirección, la empresa argentina Agro Sustentable ofrece un catálogo con insecticidas y fertilizantes orgánicos que no generan daños.
El uso de buenas fuentes de agua para las tareas de riego y de limpieza, ya que es necesario mantener limpias las zonas de trabajo y los equipos utilizados.
Las BPA persiguen un modelo productivo que cuide el medio ambiente y administre correctamente los recursos de la naturaleza. Para mantener las buenas condiciones de los terrenos, por ejemplo, se apuesta al uso de cultivos de cobertura y la rotación de los mismos para mejorar su fertilidad. También se opta por mecanismos de riego que colaboren con la captación de humedad y la optimización en el uso del recurso.
Ir más allá de lo productivo
Este tipo de prácticas tienen la particularidad de no centrarse únicamente en los aspectos productivos, sino que lo que las hace diferentes es que también prestan atención al bienestar del medio ambiente y de las personas. Con respeto a lo social, alientan a que se garanticen condiciones laborales dignas en cada uno de los espacios dedicados a la producción.
Así como también, apuntan a que se otorguen aquellos equipos que colaboran con la seguridad de los trabajadores rurales. A que éstos perciban buenos salarios y se respeten las cantidad de horas de trabajo. También, se le da un valor importante a la formación y capacitación del personal para que estén mejor preparados y puedan conseguir los resultados esperados.
Para que las BPA sean económicamente rentables deben procurar la reducción de los costos productivos y un mejor uso de los recursos disponibles. El ingreso a nuevos mercados que son más exigentes y mejorar la imagen de las empresas o establecimientos inclinados por estos procesos productivos sostenibles.
Al implementar las BPA, los beneficios se pueden ver reflejados en los consumidores, ya que reciben alimentos seguros, sanos y de mejor calidad, contribuyendo a su calidad nutricional.
El medio ambiente, sin dudas es uno de los aspectos más beneficiados, ya que las actividades productivas no generan daños ni contaminación en los espacios naturales y se hace un uso razonable de los recursos. Los productores, por su parte, mejoran su competitividad y el acceso a otros mercados, obteniendo una mejor imagen de la marca y fortaleciendo los lazos sociales.
Se consiguen mejores condiciones de trabajo, más seguros y justas. Y las personas que habitan los mercados encuentran una mayor variedad de artículos de calidad, promoviendo a su vez el desarrollo de las zonas rurales y la salud de los clientes.
Por supuesto que el cambio requiere el enfrentamiento de algunos retos, más que nada para los pequeños productores. Agro Sustentable justamente se encarga de asesorar a los productores en la toma de decisiones más sostenibles. La compañía trabaja sobre dos pilares fundamentales que son el uso de insumos orgánicos y de tecnologías.
Con estos dos elementos, la firma apunta a conseguir mejores prácticas, mayores rendimientos y cultivos de calidad sin provocar efectos colaterales en el ambiente. Muchas veces sucede que una de las principales limitaciones es la económica, ya que los agricultores más chicos no cuentan con el dinero para la inversión inicial requerida.
Con una ayuda económica, muchos productores puedan mejorar sus mecanismos de producción y al mismo tiempo, encuentran la forma de ofrecer sus productos en los mercados de la zona, elevando la calidad de lo ofrecido.
La reestructuración de los establecimientos y la producción de cultivos que estén a la altura de las certificaciones correspondientes y puedan ser mejor comercializados, viene aparejada de la creciente demanda por estos productos y de las exigencias cada vez mayores de los consumidores.