Agro Sustentable tuvo sus inicios hace más de diez años en el país, comenzando en Buenos Aires luego se trasladó a la provincia de Misiones donde realiza bioinsumos y asesora a los productores rurales.
Con el foco puesto en conseguir una producción agrícola cuidadosa con los recursos naturales, el equipo de Agro Sustentable se propuso desarrollar estrategias que sean útiles y efectivas para el agricultor.
Entre las diferentes acciones de la empresa, la investigación y la producción de bioinsumos es una de las principales actividades. La firma cuenta con dos productos destacados: BIOFERT y BIOINSECT, ambos orgánicos e ideales para el desarrollo de los cultivos.
Joaquín Basanta, el líder de la compañía asegura que el camino que intentan recorrer tiene dos elementos claves: los bioinsumos y las tecnologías adaptadas al agro. En esa línea, una de las últimas incorporaciones está relacionada con el departamento tecnológico “AgroTech” que contiene soluciones basadas en dispositivos digitales.
Como parte de las innovaciones pensadas, los drones ocupan uno de los primeros puestos combinados con el uso de la Inteligencia Artificial que permite que el agricultor pueda controlar, conocer el estado de las plantas y saber cómo actuar.
Basanta asegura que con las tecnologías disponibles, las rutinas agrícolas se pueden simplificar y el productor puede economizar costos y tiempo destinado a otras actividades. Son estos instrumentos los que consiguen una mejor administración de los recursos naturales y cultivos de mejor calidad para ofrecer en los mercados.
El crecimiento de Agro Sustentable ha conseguido que la empresa trascienda las fronteras nacionales y se expanda hacia otras regiones extranjeras, como por ejemplo, España, Brasil y Paraguay. De esta forma, la compañía ha logrado darle visibilidad a sus productos y acciones en otras partes del mundo.
La agroecología, un concepto que pisa fuerte
Surgido en los años 70, el término de agroecología viene a definir el funcionamiento de los diferentes sistemas agrícolas y los efectos negativos que puede tener la agricultura industrial en los espacios naturales y en el bienestar de las personas.
Esta concepción ha tenido un nuevo enfoque vinculado a nuevos mecanismos de relacionarse con la naturaleza y manejar los recursos naturales. De allí que la agroecología integra nuevas ideas sobre una agricultura relacionada al cuidado ambiental y más preocupada por las demandas sociales.
Muchos profesionales mantienen la idea de que la agroecología ofrece las bases para estudiar y planificar las acciones a realizar sobre los diferentes sistemas productivos con el fin de que sean rentables en términos productivos y económicos, pero también se preocupen por las demandas de las personas.
Es así que la concepción de agroecología para muchos profesionales va más allá de lo meramente económico o rentable, sino que profundiza en entender los movimientos y cómo se conforman los diferentes sistemas.
Así como también entiende que la salud de los entornos naturales no es posible de concretar si no se entiende la diversidad de culturas y determinados patrones que diferencian a unas regiones de otras.
La agroecología no tiene una perspectiva cerrada y única, sino que al contrario avanza y se desarrolla en base a otras ramas, integrando lo positivo y lo necesario para construir un mecanismo sostenible.
Con sus bases en la agricultura y en la ecología, la agroecología también repercute en la construcción de las sociedades rurales. Muchas investigaciones apuntan a que el desarrollo rural, su economía y la forma de desenvolverse, son aspectos que abarcan el estudio realizado por la agroecología.
La evolución de esta ciencia la posiciona como una herramienta efectiva para identificar las bases que permiten un desarrollo productivo económicamente rentable y sostenible en cuestiones ambientales.
Lo cierto es que uno de los principales enfoques que mantiene activa la agroecología es su crítica a la agricultura convencional ya que provienen de ramas científicas distintas. Sus métodos de estudio ponen el foco en la experiencia en predios de agricultores, brindando la posibilidad de conocer cómo manejan los cultivos y administran los recursos.
La agroecología ofrece los pilares para que se desarrollen mecanismos alternativos que permitan producir de forma cuidadosa, poniendo énfasis en la transformación de los sistemas tradicionales y logrando que se inclinen por prácticas amigables con el medio ambiente.
El desarrollo sustentable es un reto importante para las sociedades productivas que requiere el trabajo de los diferentes sectores y actores sociales, para que mediante su necesidad y/o compromisos puedan construir mecanismos más saludables y rentables.
Este crecimiento no podría concretarse si no se atienden los problemas ambientales y aquellos que atañen a la sociedad. Así como tampoco si no se trabaja en desechar las principales causas que derivan en problemas como el hambre o la inseguridad alimentaria. Los especialistas apuntan a que resta mucha investigación por delante, a la par de capacitación y formación rural y agrícola. Son las experiencias efectivas las que puede usar la agroecología para transformar los sistemas productivos y hacerlos rentables y sostenibles.