Ubicada en la localidad de Posadas, Misiones pero con presencia en distintas regiones, la empresa Agro Sustentable acompaña y asesora a aquellos productores que quieren modificar sus prácticas productivas.

Matías Imperiale, uno de los fundadores de Agro Sustentable, sostiene que el objetivo de la empresa es ofrecer alternativas diferentes a la agricultura convencional que puedan generar mejores cultivos en el campo.
Imperiale sostiene que a través del uso de bioinsumos y de tecnologías, los agricultores pueden conseguir cultivos más resistentes y de mejor calidad que sirvan para elaborar productos que luego serán consumidos por los clientes del mercado.
Productos como BIOINSECT y BIOFERT, son los que ofrece Agro Sustentable para garantizar el crecimiento de las plantas. Así como también alienta a que su aplicación se realice mediante drones con IA que puedan conectar al productor con la realidad de su campo.
La agricultura convencional impuesta como norma
La agricultura tradicional y los aspectos que la integran se han establecido como una regla establecida para producir. Estos mecanismos, basados en el uso de productos contaminantes se planteó como un modelo generalizado.
Sostenida por el uso excesivo de los recursos naturales, los sistemas tradicionales hacen las tareas agrícolas con máquinas pesadas y, por lo general, están compuestas de siembras de un único cultivo, lo que se suele llamar monocultivo.
Atravesada por la búsqueda de una mejor alimentación, esta concepción de agricultura empezó a ser cuestionada. Especialistas empezaron a indagar alternativas productivas más saludables que se traduzcan en mejores alimentos con un buen contenido nutricional.
De ahí que la agricultura ecológica se ha convertido en una alternativa sostenible para enfrentar las consecuencias que deja el modelo convencional y que cada vez tiene más lugar dentro de los debates mundiales.
El crecimiento de las superficies destinadas para el cultivo, el ejercicio de ciertos productores y el incremento en la demanda y el consumo, son algunos factores que llevan la producción agrícola a las mesas de debate.
En acciones concretas, el crecimiento del sector de los alimentos orgánicos supera el aumento de los alimentos convencionales, reflejo de los criterios de los consumidores al elegir los productos que consumen.
El consumidor que habita los mercados está más cercano a un perfil comprometido con el cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales. Y esta posición ejerce una presión en los productores y en las empresas involucradas dentro de los procesos productivos.
La alimentación y la agricultura ecológica responden a una demanda de la sociedad que exige ciertas medidas que protejan el medio ambiente y garanticen alimentos de calidad, haciendo hincapié en la necesidad de no utilizar a lo largo de la cadena de producción sustancias contaminantes o dañinas.
Si bien las normas de cuidado son iguales para los alimentos convencionales que para los ecológicos, éstos últimos cuentan con la regulación que respalda las estrictas normas de producción, cumpliendo con los regímenes sanitarios y con las normativas que aseguran que esos alimentos no fueron hechos con ingredientes tóxicos o químicos.
Ambos mecanismos de producción suelen tener enfrentamientos. Las grandes controversias se producen cuando se comparan los sistemas de acuerdo a los rendimientos y a la calidad de los alimentos.
Los rendimientos que surgen de una producción ecológica tiene una capacidad productiva igual a la de la agricultura industrial, sobre todo en algunos cultivos. Otras investigaciones reflejan que si ocurre que los rendimientos sean menores en los cultivos ecológicos, hay otras ventajas que le aportan valor a este tipo de producción, tales como beneficios ambientales y sociales.
La agricultura ecológica depende de prácticas específicas dentro de los establecimientos rurales y de estrictos controles posteriores. Al minimizar el uso de insumos dañinos y fomentar la autosuficiencia de las producciones agrícolas, se reducen los impactos sobre el sistema y se consigue un equilibrio entre los factores ambientales y sociales de una región productiva.
La agricultura ecológica trasciende el uso de insumos naturales; es un modelo agrícola que trae consigo beneficios para el medio ambiente, la salud de las personas y algunos aspectos éticos y culturales.
Hay muchas evidencias que demuestran que este mecanismo es socialmente justo y sostenible en términos económicos. Así como también, son modelos que respetan la diversidad cultural y protegen la salud de los elementos de la naturaleza.
Los expertos aseguran que las bondades que devuelve el modelo agrícola sostenible resulta una estrategia alternativa ante la agricultura tradicional que se traducen en algunas reformas que pueden implementar en sus rutinas agrícolas y en las tecnologías que utilizan en el campo.
Fomentar el uso de insumos naturales y las herramientas digitales permiten tener un mejor crecimiento de los cultivos y garantizar la elaboración de alimentos que puedan cubrir las demandas nutricionales de las personas.